Loles León está de celebración, y por partida doble. Este sábado, la actriz española cumple 70 años y lo hace después de haber triunfado como anfitriona en el programa Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition. Durante el programa, la intérprete de `Aquí no hay quién viva´ sorprendió a sus invitadas, Irma Soriano, Belinda Washington y Rosa Benito, con un menú repleto de contrastes en el que para ello abrió las puertas de su casa, mostrando su lado más íntimo y personal. Con grandes dimensiones y con una decoración singular, Loles León impresionó tanto a sus invitadas como a los espectadores con este espacio tan divertido. Un escenario que anida en el estilo contemporáneo, con un amplio jardín con terraza y piscina que pudimos ver en el programa mientras tomaban el aperitivo y se divertían en unos mullidos cojines en el césped.
El diseño minimalista de la casa resalta a la vista, donde predominan los colores blancos y tierra que se respetan tanto dentro como fuera de la casa. Algo que ha sorprendido a la audiencia ya que, viniendo de la cómica actriz, se esperaban colores más fuertes y chillones. No obstante, lo que más llamó la atención de la vivienda no fue el contraste de tonalidades en contraposición a la personalidad de Loles, sino la invitada especial que actuó como pinche de cocina de la anfitriona: la famosa ‘Disecada’. Se trata de la pieza más bizarra de toda la vivienda, un maniquí vestido con un delantal a rayas, peluca ochentera de pelo rizado y gafas de sol. Durante la cena, la artista confesó que es con quien desahoga sus enfados y, por suerte nunca se queja.
A pesar de su excentricidad, el peculiar objeto representa muy bien la personalidad de la extrovertida anfitriona, que a sus 70 años recién estrenados, sigue haciendo gala de su arrolladora personalidad. La que fue una de las famosas ‘chicas de Almodóvar’ se lució como cocinera delante de sus comensales, elaborando sus creaciones en una cocina no muy grande y carente casi de adornos a excepción de algunas fotografías de la actriz con un amarillo tostado como telón de fondo.
El comedor fue otro de los espacios que más llamó la atención, con una mesa de cristal en el centro vestida con un mantel de estampado animal print de leopardo como principal estrella. Acompaña muy bien el lenguaje tropical introducido en el salón, con plantas y algún aplique escultural étnico. Sin duda, fue una noche de sorpresas donde Loles, además de deleitar a sus compañeras con una cena exquisita después de recordar anécdotas y cotilleos hollywoodienses, la actriz cerró la noche con unas canciones divertidas en el salón, un espacio que sigue la simplicidad y línea minimalista del resto de la casa. Una residencia y decoración que difieren por completo con la vital y alegre personalidad de Loles León.
La famosa disecada
Lo que más llamó la atención de la vivienda no fue el contraste de tonalidades en contraposición a la personalidad de Loles, sino la invitada especial que actuó como pinche de cocina de la anfitriona: la famosa ‘Disecada’. Se trata de la pieza más bizarra de toda la vivienda, un maniquí vestido con un delantal a rayas, peluca ochentera de pelo rizado y gafas de sol. Durante la cena, la artista confesó que es con quien desahoga sus enfados y, por suerte nunca se queja.

Zona outdoor
En la zona de la terraza, predominan las piezas más clásicas que rompen con la arquitectura: La lámpara de techo araña, un espejo sobrio con marco dorado y una mesa de centro que combina el blanco y el latón en sus patas.

Un amplio jardín
La casa goza de un amplio jardín con terraza y piscina que pudimos ver en el programa mientras las protagonistas tomaban el aperitivo y se divertían en unos mullidos cojines en el césped.

Estilo contemporáneo y minimalista
Con grandes dimensiones y con una decoración singular, Loles León impresionó tanto a sus invitadas como a los espectadores con este espacio tan divertido. Un escenario que anida en el estilo contemporáneo con un diseño minimalista que resalta a la vista, con colores blancos y tierra que se respetan tanto fuera como dentro de la casa. Las ventanas y cristaleras blancas a cuadros se reparten de forma equilibrada por la fachada. El salón sigue la simplicidad y línea minimalista del resto de zonas, combinando la madera con el blanco y grises claros para el sofá.

Fuera colores atrevidos
La cocina es donde Loles León desenvuelve sus cualidades como cocinera, con algunos cuadros con fotografías suyas. Aunque no es especialmente grande, cuenta con el espacio justo y necesario, sin muchos adornos. El amarillo tostado sirve como telón de fondo para unos muebles sencillos completamente blancos.

Pequeños toques a lo ‘Loles’
El comedor conecta directamente con la cocina, que se puede independizar a través de una puerta corredera. La vajilla geométrica fue uno de los puntos fuertes que sus invitadas alabaron. Igual ocurre con el mantel animal print de leopardo elegido por la actriz, la estrella de la mesa. Acompaña muy bien el lenguaje tropical introducido en el salón, con plantas y algún aplique escultural étnico.
