En Gran Hermano no puedes dar nada por hecho. Los concursantes fliparon en colores tras conocer, por boca de Edi, que Elsa era la primera expulsada oficial. Muy afectado, el gallego se despidió de su compañera sin entender la decisión de la decisión de la audiencia. «El público ha tenido más tiempo que nunca para ver cómo os comportáis, tienen toda la información», decía Ion Aramendi, pidiéndole a Elsa que abandonase la casa.
Despreciar a Óscar contínuamente, dejarle sin sus grandes apoyos o revelar en el confesionario el secreto de Silvia y Lucía son solo algunos de los motivos que han llevado a los seguidores del formato a votar por Elsa, quien insiste en que «he sido clara y sincera en todo momento. Quizás la gente no entendió mi carácter fuerte». Para colmo, Elsa no ha parado hasta que Edi ha tomado la decisión de romper con Violeta en Gran Hermano, algo que los fans de las "carpetas" no perdonan.
Mientras en Guadalix, la mayoría lamentaban la marcha de la vasca, en plató los colaboradores atacaban sin piedad a la concursante por su nefasto comportamiento. «Estás aquí por maleducada y soberbia», expresaba Marta Peñate, mientras Belén Rodríguez aplaudía a la audiencia: «Por fin han aprendido a votar».
Después de Elsa... Maite, calienta que sales
La enlatadora de anchoas está en el punto de mira de la audiencia de Gran Hermano debido a sus salidas de tono y su trato vejatorio a Óscar. Un Óscar que nos dio una lección de madurez tras la expulsión de Elsa, afirmando que «me parece justo y no me sorprende. Ni los malos son tan malos, ni los buenos tan buenos». Con Elsa expulsada y Edi reconvertido en "el viudo de España", los habitantes de la casa más famosa de Guadalix se preparan para el rotondazo del siglo.
Ruvens ha empezado a reculcar y después de criticar lo más grande a Óscar, ahora bromea con él en la cama y asegura que "no es mala persona, es buen tío, creo que se equivoca, pero no es mala persona". Por su parte, Juan también ha cambiado de estrategia y se ha acercado a Óscar, dejándole exponer su versión sobre el conflicto con Elsa. "Creo que Elsa se ha ido por las formas, estaba muy subidita", ha comentado Juan.
"Yo no hablo de bromas, hablo de gestos de desprecio. Muchas veces he sentido que piensan que la casa es suya, pero esta casa es de todos y todos somos iguales. En los pequeños detalles se ve cómo son las personas", le ha respondido Óscar, feliz de sentirse comprendido y querido por el público, siempre soberano. Ante las declaraciones de su compañero, Juan ha dejado claro que "no voy a permitir que se hunda aquí a una persona".
La más perjudicada tras la expulsión de Elsa es Maite, quien continúa criticando y menospreciando a Óscar sin piedad. ¿Su último movimiento? Un corte de manga innecesario en pleno debate con el que, por cierto, muchos concursantes se partieron de risa. "Tengo muy claro que no me voy, tengo el apoyo de España", dice la enlatadora convencidísimas de sus palabras, sin saber que España está deseando verla fuera.
"Lo que se ha hecho con Elsa es una curita de humildad. No se puede tratar como ella trataba a los que no eran de su agrado. La siguiente es Maite", ha dicho una usuaria de Twitter, coincidiendo con la opinión general de la audiencia. "Maite tiene anulados a todos los de su grupo. Tienen que hacer siempre lo que ella dice. No nos va a aportar nada, solo manda. Con ella fuera veremos a los demás cambiar de estrategias", comentaba otra usuaria.
Favoritismo en Guadalix
Los seguidores del formato más longevo de Mediaset acusan a la organización de favorecer a Laura en la última prueba, convirtiéndola en la nueva Big Brother. El público acusa a la hija de María José Galera de hacer trampas, no respetar los turnos de sus compañeros y hacer lo imposible por salvarse de la nominación. Compañeras como Nerea y Daniela también afirman que ha estado haciendo jugando muy sucio.
