Dormir es mucho más que un placer, es una necesidad primaria. Si no dormimos bien es habitual que desaparezcan ciertas irregularidades en nuestra, al igual que, otros problemas pueden conducir a una baja calidad del sueño. Sí, el sueño es causa y consecuencias de numerosas afecciones. ¿Te levantas agotada, incluso después de haber dormido lo suficiente? Este trastorno del sueño puede estar relacionado con procesos inflamatorios que afectan tanto a tu cuerpo como a tu cerebro.
Según afirma la licenciada en Biología y Doctora en Medicina Elena Gallardo en De la inflamación al bienestar: Neurociencia para regular tu sistema nervioso y mejorar la conexión cuerpo-mente (24,95 euros en Alumzara Libros), el último trabajo publicado por la reconocida neurocientífica, "un cuerpo inflamado es un cerebro inflamado", lo que implica que los problemas corporales pueden traducirse en un desgaste mental que afecta al sueño y la energía. Todas lo sabemos: cuando estamos cansadas no rendimos igual y es normal sentirnos tristes y desmotivadas ante esta situación.

¿Cómo se comunica el cuerpo con el cerebro a través de la inflamación?
La inflamación es una respuesta natural del sistema inmunológico ante amenazas, señala la experta. Sin embargo, cuando se vuelve crónica, afecta sistemas como el digestivo, la piel e incluso el cerebro. "La inflamación es el lenguaje a través del cual se comunica nuestro sistema inmunológico", leemos de forma explícita en el libro. Estas señales inflamatorias pueden desencadenar problemas cognitivos y emocionales, como niebla mental (concepto en el que profundizaremos más adelante) y tristeza, que dificultan un sueño reparador. De hecho, los expertos dictan que siete o más horas horas de sueño son las que necesitamos dormir para envejecer de forma saludable.

Las claves del sueño no reparador
El impacto de la inflamación en el sueño
Durante el descanso, el cuerpo debería regenerarse. Sin embargo, un sistema nervioso alterado por inflamación impide este proceso. Gallardo explica que "la exposición continuada a microestrés genera un estado de inflamación en nuestro organismo". Esto puede interrumpir las fases de sueño profundo, fundamentales para la recuperación.
Niebla mental y fatiga: los efectos secundarios
El cálculo constante de nuestras emociones y pensamientos por parte del cerebro también se ve afectado por la inflamación. Esto puede manifestarse como "dificultad para concentrarse, falta de fluidez verbal y sensación de inmovilización". Estos síntomas no solo complican el despertar, sino que también pueden reducir tu energía a lo largo del día.

Factores que promueven la inflamación y alteran tu descanso
Estrés y microestrés: el enemigo silencioso
El ritmo frenético de la vida diaria genera "dosis de microestrés" que, aunque parecen insignificantes, tienen un efecto acumulativo devastador. Estas pequeñas tensiones afectan tu sistema inmunológico, provocando inflamación crónica y dificultando un sueño profundo y reparador.
Alimentación y salud digestiva
El intestino, considerado "nuestro segundo cerebro", juega un papel esencial en la regulación del sueño y los niveles de energía. Una dieta basada en ultraprocesados puede generar "irritabilidad gástrica constante" y aumentar la inflamación intestinal, afectando la calidad de tu descanso.
El papel de los dispositivos tecnológicos
Gallardo sugiere evitar los móviles y otros aparatos electrónicos antes de dormir, ya que "tu cerebro es un ávido consumidor de luz, sonido y movimiento". Estas distracciones dificultan la relajación necesaria para un sueño reparador y perpetúan la fatiga matutina.

Cómo reducir la inflamación y mejorar tu descanso
Alimentación antiinflamatoria
Una dieta rica en alimentos frescos y nutrientes esenciales puede ayudar a equilibrar los niveles de inflamación. Eliminar ultraprocesados y consumir ingredientes ricos en antioxidantes es clave para "disminuir la sobreexcitaçión de los macrófagos" y mejorar la salud general.
Prácticas de atención plena
Entrenar la atención a través de técnicas como la meditación puede ser de gran ayuda. "La atención plena nos permite identificar los agentes estresores y actuar de manera más consciente", subraya la profesional. Esto ayuda a regular el sistema nervioso y facilita un descanso más profundo.
"El movimiento corporal aporta numerosos beneficios sobre el cerebro"
Ejercicio físico moderado
La actividad física tiene un efecto directo en la reducción de la inflamación y en la regulación del sistema nervioso. "El movimiento corporal aporta numerosos beneficios sobre el cerebro", ayudando a reducir tensiones acumuladas y mejorando la calidad del sueño. Cada una de nosotras puede optar por la actividad física que más le guste, desde andar de forma intensa hasta bailar, ir a clases de pilates o pasear en bici cada día.
En pocas palabras, el cansancio matutino recurrente es una señal de que algo no está bien en el equilibrio cuerpo-mente. Como afirma Gallardo, "el conocimiento puesto en práctica nos permite cuidar de nosotros mismos y también de los demás". Abordar la inflamación con cambios en el estilo de vida, atención plena y una alimentación adecuada no solo mejorará tu energía diaria, sino también tu bienestar general.