En mayor o menor medida, todas tenemos miedo a envejecer. Sea porque tememos perder nuestra belleza, nuestra energía o porque sintamos que se nos va acabando el tiempo, lo cierto es que el paso del tiempo es un tema recurrente de preocupación para muchas. Dejando a un lado el hecho de que es imposible parar el tiempo y que si bien podemos utilizar cremas o sérums por doquier, (aquí te dejamos cómo escoger tu crema antiedad según tu edad) los años van a pasar igual por nosotras, lo cierto es que existen personas que son como el vino, mejor con los años. Pues bien, el horóscopo también tiene algo que decir al respecto y según los astros y los planetas, hay algunos signos del Zodíaco que de hecho se vuelven más bellos con la edad. Da igual que pasen los años y envejezcan, ellos parece que cada vez son más bellos. Así que sí, aunque a muchos nos asusta el paso de los años, hay algunos afortunados que sólo pueden beneficiarse de ello. Te dejamos a continuación cuáles son los tres signos del Zodíaco que se vuelven más bellos a medida que envejecen:
Los tres signos del Zodíaco a los que mejor les sienta el paso del tiempo
Aries (21 de marzo-19 de abril)
Aries no pierde su carácter apasionado y ardiente con el paso del tiempo. Su energía y confianza se convierten en una profunda fuerza interior a medida que envejece. Esto les hace extremadamente atractivos para los demás. También se vuelven más pacientes y centrados con el tiempo, lo que les hace aún más radiantes.
Géminis (21 de mayo-20 de junio)
La curiosidad y el deseo de aprender confieren a los nativos de Géminis una eterna juventud. Su curiosidad, apertura y energía innatas se combinan con los años con la confianza y la sabiduría. Su energía positiva y su belleza interior les hacen especialmente irresistibles a los ojos de los demás.
Libra (23 septiembre-22 octubre)
La armonía interior, la calma y la paz de Libra les confieren un carisma especial. Su naturaleza sensible y su creatividad se desarrollarán aún más con los años, al igual que su capacidad para ver el bien en las personas. Su bondad inherente se convierte en magia a medida que envejecen.
Artículo original publicado en Marie Claire Grecia. Traducción y adaptación: Lucía Gavela Piñeiro.
