Hay algo profundamente evocador en un perfume bien hecho. Dior, una de las maisons más influyentes del siglo XX, entendió desde el principio que una fragancia podía ser el complemento invisible más poderoso del estilo. Su debut en el universo olfativo fue en 1947 con Miss Dior, un chipre floral inspirado en los jardines de la infancia del diseñador en Granville. Un año después llegaría Diorama y, en 1956, una joya que marcaría un antes y un después: Diorissimo. Este bouquet delicado pero con personalidad fuerte logró capturar el espíritu de la primavera eterna. Sin lugar a dudas, es uno de los perfumes icónicos que han dejado huella en la historia y que, como Miss Dior, siguen en lo más alto incluso ocho décadas después de su nacimiento.
Diorissimo de Dior: el lirio del valle eterno
Diorissimo de Dior: una fórmula histórica creada por Edmond Roudnitska
Fue el célebre perfumista Edmond Roudnitska quien tuvo la tarea de plasmar la visión de Christian Dior en una fragancia que rindiera homenaje a su flor predilecta: el lirio del valle. Conocido en francés como “muguet”, esta pequeña flor blanca simbolizaba para Dior la alegría, la pureza y la buena suerte. La fórmula original de Diorissimo es una composición magistral que combina hojas verdes y bergamota en la salida, para después desplegar un corazón complejo con notas de lilas, jazmín, ylang-ylang, lirio, romero y amaryllis. La base sensual y elegante descansa sobre civeta y sándalo. El resultado es una fragancia verde, floral y luminosa que se convirtió rápidamente en símbolo de refinamiento.
Diorissimo de Dior: el niño mimado de la princesa Diana
No es casualidad que Diorissimo se convirtiera en uno de los perfumes favoritos de Lady Di. La conexión entre la maison Dior y la royal británica fue siempre especial. De hecho, ella fue la musa que inspiró el icónico bolso Lady Dior. En el caso del perfume, Diana encontraba en Diorissimo una fragancia que se alineaba con su carácter: femenino pero fuerte, clásico pero con alma moderna. Amantes de la perfumería de todo el mundo siguen asociando esta creación con la elegancia innata de la princesa. Su uso habitual en eventos públicos contribuyó a consolidar su estatus como perfume de culto.
Diorissimo de Dior: la versión renovada de 2009
Como muchas fórmulas legendarias, Diorissimo fue reformulado en 2009 bajo la colección Les Créations de Monsieur Dior. Esta nueva versión, sin perder su ADN, adaptó su estructura para adecuarse a las normativas de ingredientes y a las tendencias contemporáneas. El enfoque es más limpio, minimalista y luminoso: el ylang-ylang abre la composición, seguido de un corazón casi monofloral de lirio del valle y un fondo de jazmín. El resultado es una interpretación más ligera, perfecta para quienes buscan un floral verde elegante pero sin densidad. Las beauty lovers que sueñen con un clásico con aire renovado encontrarán en esta versión un aliado infalible para su tocador.
Otros perfumes con el ylang-ylang (o flor de cananga) como gran protagonista
Ballerina de Moresque Parfum: la danza de la feminidad
Inspirado en la ligereza y el encanto etéreo de una bailarina clásica, Ballerina de Moresque Parfum es una fragancia que se mueve entre lo dulce, lo floral y lo empolvado con una gracia única. Desde su salida, dominada por melocotón blanco, mandarina y un toque de jengibre fresco, la fragancia despliega una energía alegre y sofisticada. En el corazón, la rosa Taif y el ylang-ylang se combinan con algodón de azúcar y raíces de angélica, creando una sensación envolvente que roza lo adictivo. El fondo es un abrazo cálido de vainilla, ámbar, haba tonka e incienso de olíbano, acompañado de lirio florentino y ambrette. Es uno de los perfumes florales que desearás estrenar esta primavera, sin duda. Precio: 250 euros.
Borabora de Giardini di Toscana: exotismo a flor de piel
Para quienes adoran las fragancias que evocan escapadas paradisíacas, Bora Bora de Giardini di Toscana es un billete directo al trópico. Esta composición floral gourmand abre con un acorde jugoso y solar donde la flor de tiaré, el ylang-ylang y el jazmín se mezclan con un delicioso toque de chabacano. El corazón revela una combinación poco común pero absolutamente irresistible: leche de coco cremosa, almizcle blanco y jasmolactona, un ingrediente que aporta un matiz lácteo y sensual. Finalmente, la fragancia se posa sobre una base golosa y envolvente de vainilla, caramelo, ámbar y más almizcle blanco. Precio: 125 euros.
