Las calles arden, el asfalto parece lava y los termómetros superan récords día tras día. Estamos atravesando una ola de calor histórica, con temperaturas que no dan tregua ni al caer la noche. El calor es sofocante, casi asfixiante, y aunque los expertos anuncian que el mercurio seguirá subiendo progresivamente durante la semana, la sensación ya es insoportable. Mientras tratamos de refugiarnos bajo la sombra o abrazamos los ventiladores como si fueran salvavidas, surge una pregunta beauty inevitable: ¿por qué esa colonia que tanto amamos parece desvanecerse en cuestión de segundos?
Más allá de las consecuencias climáticas desastrosas de este episodio extremo, hay efectos cotidianos, menos trascendentes, como la volatilidad de las fragancias. El sudor, la piel más caliente y la humedad hacen que las notas aromáticas se evaporen con rapidez. En cuestión de minutos, esa estela potente se esfuma sin dejar rastro. La buena noticia es que existen pequeños gestos que, aplicados con cabeza, consiguen prolongar la vida de la colonia incluso en este verano abrasador.
Tres consejos para que la colonia aguante más de cinco minutos en verano
Hidratar antes de perfumarse
Un secreto tan sencillo como eficaz reside en la piel bien nutrida. Una dermis seca actúa como un lienzo áspero, incapaz de retener las moléculas aromáticas. En cambio, cuando se hidrata con una crema neutra, sin fragancia añadida, se crea una base que fija mejor las notas del perfume. De hecho, los expertos en perfumería coinciden en que un movimiento tan cotidiano como aplicar la loción después de la ducha puede marcar la diferencia entre que la fragancia desaparezca al instante o dure horas.

Además, la temperatura corporal juega un papel esencial: cuanto más seca y caliente está la piel, antes se evapora la fragancia. Por eso, este hábito previo es mucho más que un simple capricho de cuidado personal. Beauty lover, piensa en él como la prebase invisible de tu colonia. Hidratarse antes de pulverizar es evitar uno de los principales errores al aplicar el perfume y por eso no dura todo el día
Aplicar la colonia en los puntos estratégicos
Otra clave fundamental está en elegir dónde rociar la colonia. No se trata de saturar el aire ni de rociar la ropa sin medida, sino de conocer los llamados puntos de pulso: cuello, muñecas, detrás de las orejas, parte interior de los codos o incluso detrás de las rodillas. Son zonas donde la circulación sanguínea genera calor, lo que potencia la difusión del aroma.

Eso sí, conviene evitar un gesto clásico que casi todas hemos hecho alguna vez: frotar las muñecas tras la aplicación. Ese movimiento rompe la estructura olfativa de la fragancia y acelera su desaparición. En realidad, lo que conviene hacer es pulverizar, dejar secar al aire unos segundos y permitir que las notas de salida evolucionen de manera natural. Aplicar el perfume y que dure más puede parecer un arte misterioso, pero en realidad es cuestión de conocimiento.
Elegir fórmulas intensas y formatos prácticos
Por último, la elección del tipo de fragancia resulta crucial, sobre todo, en verano. No todas tienen la misma concentración ni se comportan igual frente al calor. Las colonias ligeras y frescas, tan apetecibles en esta época del año, se desvanecen rápidamente. En cambio, los eau de parfum o incluso extractos con mayor densidad aromática resisten más horas sobre la piel. Un truco extra, especialmente útil para amantes de la perfumería práctica, es llevar en el bolso un formato pequeño o roller para retocar durante el día.