Volver a casa después de varios meses viviendo fuera siempre me remueve algo por dentro. Me encanta reencontrarme con mi familia sin las prisas típicas de un corto fin de semana, volver a mis rutinas de verano cerca del mar y sentir esa calma que solo da el hogar de siempre. Durante el año, mi vida transcurre en Madrid, llena de planes, trabajo y viajes, pero en cuanto llega el calor, hago lo posible por pasar largas temporadas con mi familia. Son días para reconectar, descansar y disfrutar de las pequeñas cosas que echo de menos el resto del año. Y sí, por supuesto viajo con algunos perfumes bien cerca.
Eso sí, cuando estoy con mi hermana suele ocurrir algo curioso: siempre me desaparece algún frasquito de perfume de mi neceser. Ella es fanática de las notas florales y dulces, mientras que yo soy más de perfumes amaderados, intensos y con carácter cálido. Este año la historia se repitió, pero con un giro de lo más sorprendente. A principios de año me hice con el discovery set de Bon Parfumeur y, poco a poco, fui explorando cada fragancia. Entre ellas, había una joya que reservé para las noches estivales y que, sorprendentemente, también conquistó a mi hermana.
El perfume que me ha unido con mi hermana en las noches de verano
301 de Bon Parfumeur, la calidez más especiada
301 de Bon Parfumeur no es un aroma para pasar desapercibido. Desde el primer instante, las especias marcan su personalidad con un golpe de comino intenso, casi adictivo, que envuelve la piel en una sensación cálida y sofisticada. La cardamoma le aporta un frescor inesperado que contrasta con la fuerza inicial, mientras que el jazmín añade ese toque floral y luminoso que evita que sea excesivamente oscuro. A medida que se asienta, el corazón revela lo mejor de sí: un acorde de ámbar cremoso, cedro seco y un ylang-ylang que aporta un giro exótico, casi solar. Aquí es donde entiendo por qué nos gusta a las dos. Ella encuentra el punto floral que le fascina, y yo me rindo ante la profundidad amaderada que busco en cada creación.
El fondo es pura delicia: sándalo cremoso, benjuí con matices avainillados y patchouli que recuerda a la humedad del bosque tras la lluvia. Esa base envolvente es la razón por la que este perfume dura horas sin volverse invasivo. Si eres amante de la perfumería nicho, entenderás lo especial que es encontrar perfumes amaderados (y duraderos) con los que perderás el sentido de lo rico que huelen. El resultado es equilibrado, sensual y con ese toque elegante que convierte a 301 en la mejor fragancia para una noche de verano está firmada por una marca francesa. Y todo por 55 euros los 30 ml, lo que lo hace todavía más tentador.
Otros perfumes con un perfil olfativo similar
Eidesis de Aesop
La salida de Eidesis de Aesop combina pimienta negra, olíbano y petitgrain, generando un inicio vibrante. El corazón sigue esa línea especiada con comino y cedro, mientras que el fondo refuerza la calidez con sándalo, vetiver y toques ahumados. En este caso, su precio asciende a 165 euros por 50 ml.
