En el mundo de la perfumería existen dos bandos bastante claros: las que se sienten cómodas con aromas limpios y discretos para el día y día, y las que preferimos fragancias más potentes, con un halo envolvente más marcado. Yo estoy dentro del segundo grupo, sobre todo cuando el otoño se instala y me apetecen notas profundas, ricas y con una estela duradera que me acompañe desde la mañana hasta la noche. Eso sí, reconozco que sufro cierta fatiga olfativa, así que necesito un equilibrio: algo que me aporte carácter y sofisticación, pero sin avasallar.
En esa búsqueda personal llegué a una fragancia que me ha conquistado por completo este mes. La encontré en Pitti Fragranze, una de las ferias más influyentes del sector, y desde entonces no he parado de usarla de lunes a viernes. Pertenece a una casa con sede en Barcelona, Kinetic Perfumes, con raíces polacas y todavía poco conocida entre los amantes de la perfumería. Su propuesta me pareció fresca, contemporánea y con un nivel de detalle en la composición que merece mucha más atención.
El perfume que he usado de lunes a viernes este mes
Sillage de Kinetic Perfumes, un ámbar atacalado y almizclado
La creación se llama Sillage y detrás de ella está el nariz Chris Maurice, un perfumista que sabe trabajar con materiales complejos. La fragancia se abre con oud, violeta y azafrán, un inicio vibrante con lo justo de oscuro y ligero. El término francés "sillage" se refiere a la estela que deja un barco en el agua, y aquí adquiere todo el sentido: la fragancia se despliega como una huella olfativa que permanece sin imponerse demasiado. Más allá de esa salida especiada y algo floral, en el corazón aparecen la frambuesa, el jazmín y el olíbano. La frambuesa aporta un matiz frutal inesperado, casi jugoso, que se entrelaza con el incienso, seco y mineral, mientras que el jazmín añade un toque sensual y luminoso. Aquí es donde la composición muestra su equilibrio: no es un perfume gourmand, tampoco puramente floral, sino un perfume nicho que encapsula esta agradable fragancia entre lo etéreo y lo terrenal.

En el fondo, la suavidad del ante, el calor del almizcle y la vainilla, junto al ámbar y el benjuí, construyen un cierre envolvente, elegante y con un aire de confort absoluto. Para mí, tiene la intensidad necesaria para climas frescos y días en la oficina. En pocas palabras, uno de esos perfumes de otoño que tienen una pinta brutal y que, sin querer, se convierten en uno de tus favoritos. El precio es de 189 euros.
Otros perfumes con un perfil olfativo similar
Instant Crush de Mancera

Creado por Pierre Montale, combina un arranque cítrico y especiado con azafrán, jengibre, mandarina y bergamota de Sicilia. A medida que evoluciona, entran en juego el ámbar, la rosa marroquí, el jazmín egipcio y el pachulí de Indonesia. Finalmente, la base se asienta con vainilla de Madagascar, almizcle blanco, sándalo y musgo de roble. Su precio es de 119,83 euros.