Anoche, el Teatro Dolby de Los Ángeles acogió la cita más importante del cine internacional: la 95ª edición de los Premios Oscar. Como cada año, por su alfombra roja –o dorada en este caso– desfilaron los artistas más representativos de la industria cinematográfica, así como de otros ámbitos como el de la música. Y en éste segundo área, destacó la icónica Lady Gaga y no sólo por su maravilloso vestido de Versace que acaba de salir de la pasarela.
Lady Gaga, que estaba nominada a Mejor Canción Original por ‘Hold my Hand’ de la película ‘Top Gun: Maverick’, se convirtió en una de las absolutas protagonistas de la noche de los Oscars por haber ayudado a levantarse a uno de los fotógrafos de la alfombra roja. El operador de cámara perdió el equilibrio y cayó al suelo justo cuando estaba intentado captar el look con transparencias de la artista.
Ella, con la cercanía que siempre la ha caracterizado, se dio cuenta de lo sucedido, soltó un grito y sin pensarlo, salió corriendo para ayudar al fotógrafo a levantarse y a preguntarle si estaba bien. Una vez el hombre se incorporó y todo estaba bajo control, Lady Gaga siguió con su camino.
Más tarde, durante la gala, Lady Gaga volvió a ser protagonista por subirse al escenario para interpretar la canción por la que recibió su nominación con un estilismo totalmente insólito en los Oscars: vaqueros rotos y desgastados, camiseta básica, zapatillas Converse .
