Muchas mujeres acuden al salón al menos una vez por semana para hacerse la manicura. Otras (una inmensa mayoría) suelen hacérsela ellas mismas en casa por distintas razones. Aunque siempre es conveniente ponerse en manos profesionales de vez en cuando para un tratamiento más completo, hacerte la manicura por tu cuenta puede ser buena idea y hasta un plan perfecto y divertido.
Sin mayores dificultades se puede obtener excelentes resultados siempre y cuando se cumplan con unos tips y consejos básicos que podríamos resumir de la siguiente manera.

El truco que quizás no conocías
El primer paso es utilizar un bowl con aceite de oliva para hidratar tus uñas. Por si no lo sabías, el aceite de oliva es un producto con propiedades hidratantes y fortalecedoras que ayuda a tener unas uñas más saludables y fuertes. Lo más recomendable sería, sumergir tus uñas durante unos 15 minutos, secando después sin usar agua. Así conseguirás el lienzo perfecto para hacerte la manicura.

La importancia de limpiar bien tus uñas
El tip fundamental aquí es que utilices un quitaesmalte aunque no lleves las uñas pintadas. Así eliminarás la grasa natural de las uñas, que puede impedir que el esmalte se adhiera bien a la superficie. Pero a diferencia de lo que se suele hacer en los salones de belleza, es mejor no remojar las uñas en agua ya que esto hará que tus uñas se expandan y, cuando se sequen y se encojan, el esmalte puede agrietarse.

La lima hará que tus uñas luzcan perfectas
La manera correcta de igualar la forma de tus uñas es limándolas en una sola dirección. Ir hacia delante y hacia atrás con la herramienta de limado puede hacer que las uñas se rompan y se vuelvan quebradizas. "Limar las uñas con regularidad ayuda a evitar que se rompan, lo que a su vez contribuye a que se astillen menos", aconseja Merys Delgado, del salón Coqueta Nails. Intenta limarlas con una forma que refleje la cutícula para evitar que se rompan.
No te saltes la base
Una base nutritiva de alta calidad es una forma segura de alargar la duración de la manicura. No sólo fortalecerá tus uñas, sino que también las protegerá de las manchas y permitirá una aplicación mucho más suave del esmalte.

Prestar atención a la aplicación
Si se aplica demasiado esmalte provocará un acabado desigual que tardará una eternidad en secarse. El truco está en aplicar con el pincel la cantidad justa de esmalte para cubrir toda la uña con una sola capa. Haz como una profesional y pinta tus uñas en tres franjas: una a cada lado y otra en el centro. Espera al menos dos minutos antes de aplicar la siguiente capa; cuanto más tiempo pase, mejor.
Sella los bordes
Para que el esmalte dure más tiempo, es imprescindible aplicar una capa de acabado transparente. Una vez aplicado sobre la última capa de color, un buen truco es aplicar un poco más en las puntas y en el borde inferior de las uñas, ya que son las zonas más propensas a dañarse.

Mucho brillo para tus uñas
Los tonos brillantes además de ser una tendencia absoluta este verano, son una buena elección porque duran mucho más. "Los esmaltes con purpurina tienen una consistencia más espesa y se adhieren bien a la uña, evitando que se astillen, lo que también significa que las uñas crecen mejor", explica Delgado.