No es la primera vez que ocurre (y, tristemente, parece que tampoco será la última): la imagen no consentida de una mujer desnuda creada a través de la IA circula por Internet. A mediados del pasado mes de mayo Rosalía fue la víctima, ahora lo es Laura Escanes.
La noticia fue lanzada por la propia Escanes el pasado 15 de agosto. La influencer, que anunció que dejaba a un lado las redes sociales durante unos días para disfrutar de la compañía de su hija, rompió este break estival por un importante motivo: la aparición de unas fotografías generadas a partir de la Inteligencia Artificial en las que la catalana aparece desnuda.
1691383350810832897A las 11:36 de la mañana leíamos un tweet de Laura en el que descubríamos el acontecimiento. "Me ha llegado un link donde hay fotos mías desnuda, editadas y creadas por IA", explicaba Escanes al inicio de su relato. "Aparte de sentirme totalmente utilizada y expuesta, hay algo que hace que me hierva la sangre. El cuerpo de una mujer no se utiliza. Ni para el placer, ni para abusar, ni para manipular", seguía la influencer. "Me repugna la persona que las haya creado, pero también los que están ahí y les parece divertido y callan", sellaba alto y claro la creadora de contenido.
Esta situación es compleja -muy compleja- por varios motivos que resumimos en tres puntos clave. Primero, es importante recalcar que no se juega con el cuerpo de una mujer (en ningún aspecto). Segundo, el consentimiento vuelve a brillar por su ausencia. Tercero, se reabre el debate sobre los límites del uso de nuevas tecnologías con fines ilícitos.
1691495427932139538Ante este tweet de Escanes, los comentarios se cuentan por miles en redes sociales. Lo lógico es que todos y cada uno de los usuarios de Twitter muestren su apoyo a la influencer, pero no es así.
El mensaje que nos ha dejado sin palabras -en el mal sentido- y que demuestra que aún hay mucho que divulgar sobre feminismo es el siguiente. @lukkaisreal (perfil que cuenta con la instantánea de dos jugadores de fútbol como foto de encabezado) comparte dos imágenes publicadas previamente por la propia catalana en su Instagram en las que vemos a Escanes semidesnuda. "TE REFIERES A ESTAS?, UTILIZADA Y EXPUESTA POR LA IA 🙁", dicta el twittero en el intento de desacreditar a Laura.
1691722741982892380Lejos de minimizar el problema, lo hace más grande, porque lo esencial de este asunto no es tan solo que se generen unas imágenes de carácter sexual de una mujer mediante una nueva tecnología (que, por supuesto, es gravísimo), sino que este acto no cuenta con el consentimiento de la protagonista, como explica la propia Escanes en respuesta a este deplorable escrito. "Si me quiero desnudar, me desnudo yo", más claro, imposible. En pocas palabras, el twittero no comprende el trasfondo real de la historia y la razón por la que este asunto ha llegado a las altas esferas del feminismo de nuestro país.
1691749559423193204Tal es el nivel de seriedad de este acontecimiento que la Ministra de Igualdad de España, Irene Montero, también se ha hecho eco de esta noticia y lo ha dado a conocer a través de su cuenta de Twitter. La psicóloga retwittea el mensaje de Laura que trata sobre el consentimiento e insta a escuchar el acertado discurso de la influencer. "Es justo así. Explicado para que lo entienda todo el mundo👇🏼", afirma la política. "Sí es sí", "no es no" y la falta de un consentimiento explícito es un "no" en la calle, en Internet y en todas las facetas de la vida que nuestra mente llegue a imaginar.
Como último apunte antes de cerrar este artículo, no queríamos dejar de lado la oportunidad de recordar que actos como estos son ejemplos de violencia machista digital. En una nota de prensa enviada por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y titulada "Violencia machista digital: las redes facilitan y agudizan los ataques", leemos que "la difusión sin permiso de imágenes o documentos audiovisuales" es, acorde con el Código Penal, un tipo de violencia de género. Si eres víctima de una agresión digital, los expertos aconsejan "poner una denuncia en la Policía" y recomiendan "acudir a servicios municipales de atención psicológica o a líneas de atención gratuita".