Alessandro Lecquio nació el 17 de junio de 1960 en Lausana, Suiza. Es hijo de Clemente Lequio di Assaba, un aristócrata italiano, y de Sandra Torlonia, perteneciente a la nobleza italiana. Su madre es hija de la infanta Beatriz de Borbón y Battenberg, lo que hace que Alessandro tenga ascendencia española y sea bisnieto del rey Alfonso XIII de España.
Lequio creció en un entorno aristocrático. Su familia paterna, los Lequio di Assaba, es una antigua familia noble italiana. Su madre, Sandra Torlonia, es miembro de la Casa de Torlonia, una familia de la nobleza italiana con estrechos vínculos con la realeza española.
Fue educado en un ambiente que valoraba la cultura y la historia debido a su herencia aristocrática. Recibió una educación esmerada y estuvo expuesto a diferentes culturas desde una edad temprana, lo que influyó en su formación y en su perspectiva global. Gracias a sus raíces españolas e italianas, creció en un ambiente multicultural. Pasó tiempo en varios países europeos, especialmente en Italia y España, lo que le permitió dominar varios idiomas.
Pero no todo fue un camino de rosas. El exmarido de Ana Obregón sufrió el calvario de ser maltratado en su infancia por niños de su edad, concretamente durante los años que pasó en un estricto internado en el que le hacían bullying a diario.
Fue en La vida sin filtros, el programa presentado por Cristina Tárrega, donde el colaborador se abrió en canal desvelando uno de los capítulos más oscuros de su vida. Lecquio se atrevió a hablar después de conocer el testimonio de dos jóvenes que habían sufrido acoso y maltrato por parte de sus compañeros en el colegio.
La primera de ellas era Kim, una joven transexual que sufrió abuso en el colegio por ser demasiado afeminado (cuando era niño). "Se metían conmigo porque andaba muy femenina, me decían que era débil, que andaba como una niña. No quería desaparecer pero tuve depresión, aunque eso me hizo más fuerte y me empoderó", explicaba ella, asegurando que el acoso duró dos años y medio.
La segunda víctima era Claudia, otra veinteañera que, debido a su forma de vestir (gótica) y su carácter introvertida, se convirtió en el blanco de todos los abusones de la escuela. "Me llamaban "margi" de marginada, sapo, bruja..." El sufrimiento era tal, que Claudia intentó suicidarse cuando era adolescente. Para poner fin a tanto dolor, la joven abandonó su pueblo natal en Cataluña para mudarse a Galicia, donde asegura que ha encontrado la paz.
El testimonio de estas valientes sirvió para que Lecquio hablase de su infancia. "En mi época nos educaban para saber soportarlos pero todos hemos sufrido a los abusones. Yo me fugué de un colegio, no podía soportar el acoso", explicaba el colaborador, asegurando que tuvo que huir debido al maltrato que sufría diariamente en un internado.
A continuación, relató como le daban palizas cada día: "Me han pegado a unos niveles que no te puedes imaginar. Estaba en un internado, una escuela casi militar, estamos hablando de los años 70, en esa época era así y no se llamaba bullying, se llamaban abusones. Mi abuelo tenía toda la razón, me decía que los abusones luego en la vida suelen no ser nada y en la mayoría de los casos ha acertado. Yo sufrí verdaderas palizas y no voy a entrar en el detalle de esas palizas... Lo denuncié a los directores y no hicieron absolutamente nada. Tenía 14 años y al final me fugué del colegio".
Para Lecquio, el daño fue atroz, pero también confiesa que salió fortalecido de esa situación : "Luego salimos conquistando el mundo, es así. Los abusones nunca actúan solos siempre en grupo".
