La moda es mucho más que las tendencias que se imponen cada temporada o de cómo ir vestida para ser la reina de la oficina. En realidad, es un arte que habla de creatividad, originalidad y funcionalidad. Por este motivo, pese a que nos encanta ir a la última, sabemos que construir un fondo de armario de calidad es el primer paso para lograr el éxito estilístico. De este modo, la camisa blanca es el aliado oficial de los 365 días del año. En especial, si se trata de un modelo minimalista sin muchos adornos, una de las prendas que Isabel Preysler defiende en innumerables ocasiones.

Con el fin de sentarse en el front row del desfile de una conocida marca nacional, Isabel Preysler ha demostrado (por enésima vez) que la camisa blanca es la pieza más versátil de cualquier colección. Además, es sencilla de combinar y transita genial del día a la noche. En su última aparición pública, Preysler nos enseña un combo invencible para defender una camisa blanca en una ocasión especial durante el otoño. La clave reside en añadir al estilismo una prenda de fiesta, mientras que la camisa blanca baja revoluciones y ejerce como punto perfecto de equilibrio.

Una clásica camisa blanca, una falda midi de lentejuelas doradas y unas botas altas de color negro (con puntera afilada) dibujan un outfit estupendo para una cena formal o para una noche de copas con amigas. Sin lugar a dudas, la falda es la estrella de la corona, pero se quedaría en nada sin el poder de la camisa y las botas. Asimismo, para dejar claro que se trata de un look bastante formal, Isabel añade unos pendientes XXL al conjunto, detalle que encumbra el resultado.

Ya sea porque tenemos un evento del trabajo o porque queremos ir con nuestras amigas a probar el nuevo club de moda de la ciudad, este estilismo es pura funcionalidad y nos permite convertirnos en las mejores vestidas de cualquier cita sin rompernos la cabeza en exceso. Eso sí, si queremos añadir una prenda exterior, debemos mantener un perfil bajo, así que una americana negra será más que suficiente. Ante una prenda con tanto carácter como una falda de lentejuelas doradas, es esencial recordar que "menos es más" y que el negro es el amigo que nunca falla.