Nuestros teléfonos móviles se han convertido en extensiones de nosotras mismas. Además de mantener largas conversaciones o responder emails donde y cuando sea, la aparición de las redes sociales ha provocado que pasemos más tiempo del que nos gusta reconocer haciendo scroll en nuestras pantallas. Los beneficios de una sociedad hiper conectada son muchos, pero el contacto constante con nuestros terminales también tiene efectos negativos para el órgano más grande de nuestro cuerpo: la piel.
La principal causa de la aparición de granitos en la zona de la mandíbula derivada del uso del teléfono es que, normalmente, los teléfonos acumulan suciedad, muchas veces imperceptible y derivada de su empleo constante. Los smartphones son imanes para la acumulación de bacterias: el maquillaje, los lípidos que segrega nuestra piel de forma natural y las toxinas del ambiente se acumulan en las pantallas creando el caldo de cultivo necesario para que nos sorprendan las temidas espinillas. Con cada llamada telefónica estos gérmenes vuelven a entrar en contacto con nuestra piel, obstruyendo sus poros y provocando brotes de acné.
- La forma más fácil y obvia de evitar el contacto continuo del teléfono con la piel es apuntarse al uso de los auriculares no solo para escuchar música, sino también en el momento de mantener conversaciones telefónicas.
- Si la opción de los auriculares no es posible o no te convence a la hora de hablar, asegúrate de limpiar el teléfono, por lo menos, dos veces al día. Puedes hacerlo con toallitas especialmente indicadas para su uso en dispositivos electrónicos, con un paño de microfibra y agua destilada, o con una mezcla de esta y alcohol isopropílico (a partes iguales) si tu objetivo es desinfectarlo de gérmenes y bacterias.
- Si el brote de acné ya ha hecho acto de presencia en tu cara, existen soluciones cosméticas recomendadas para su tratamiento. Las más adecuadas son las que contienen ácido salicílico en su fórmula, ya que ayuda a reducir la hinchazón y el enrojecimiento, al tiempo que abre los poros de la piel obstruidos, lo que permite que las espinillas se sequen.
