Queremos la piel de Letizia (y tenemos las ampollas de ácido hialurónico que lo pueden lograr)

Lo hemos notado. Lo has notado. Sabemos que no somos las únicas que están obsesionadas (y no lo ponemos en mayúsculas por contener nuestra emoción, aunque sea mínimamente) con la piel de Doña Letizia. La reina está deslumbrante últimamente y no solo por sus elecciones estilísticas, que también (amor eterno a su vestido de Felipe Varela en el día de la Hispanidad) sino porque hemos visto un cambio drástico en su piel.

Está mucho más hidratada, lisa y además, parece que brilla. Literalmente. Y es que, ya lo vimos el día que decidió apuntarse al no make up look para llevar al colegio a sus hijas a principios de septiembre, la piel de Letizia no era la misma. Y debemos de admitir que, en nuestra obsesión beauty, queremos la crema, el sérum o la ampolla (¡bingo, bingo!) que se haya estado aplicando en estos últimos meses.

A juzgar por las características de su piel, que está hidratada, luminosa y nada tirante, sabemos que uno de los causantes de este cambio es el ácido hialurónico. Y es que, los resultados son evidentes: su piel está más firme, tiene más volumen y está suave. Blanco y en botella. Queremos la piel de Letizia.

Y es que, no hay higlighter que pueda conseguir ese glow a golpe de brocha. Ese es uno de los beneficios de este azúcar (ya que pertenece al grupo de los glucosaminoglucanos) que hidrata en profundidad desde dentro evitando la pérdida de agua en la piel y rellena las líneas de expresión poco a poco para que sean más sutiles y menos pronunciadas. Es, sin duda, un tratamiento mucho menos agresivo que el bótox y mucho más natural, que además estimula la producción de colágeno y elastina, claves para una piel tersa.

Por todo esto y porque sabemos que una piel perfecta puede llegar a ser casi una obsesión (somos el vivo ejemplo, para qué mentir) hemos seleccionado las ampollas de ácido hialurónico a las que les tienes que hacer hueco en el tocador. Porque sus beneficios son incontables. Porque tener una piel así es una necesidad vital (más incluso que tener éxito en nuestra escasa love life. Y como el saber no ocupa lugar, te dejamos a los solteros de oro más aclamados, aquí).

Su aliado: el ácido hialurónico

Es el sustituto de la grasa por antonomasia. "A partir de los 30-35 años (en ocasiones antes), la grasa interna y más superficial de la cara empieza a perderse y la piel empieza a descolgarse (junto a que la piel empieza a perder elasticidad), marcando surcos nasogenianos (de nariz a comisuras bucales) y de “marioneta” (de comisuras a mentón), los labios se afinan, se empieza a perder óvalo facial, etc", nos explica desde la clínica del Dr. Junco.

El Dr. Junco opina que “Doña Letizia se infiltra poca dosis de ácido hialurónico, ya que por su estructura facial y la naturalidad de los resultados de pómulos hacía escote, no requiere grandes cantidades”.