Las mujeres fumadoras sufren un deterioro y envejecimiento prematuro de la piel con la consiguiente pérdida de hidratación, arrugas, hiperpigmentación, degeneración de tejidos y disminución de colágeno y elastina. La doctora García Maroto, de la clínica de La Fuente, nos da algunas pistas para que, aunque fumes, tengas una piel extra luminosa.
¿Qué efectos negativos tiene el tabaco sobre la piel?
Por un lado, evita la oxigenación de la piel, la mancha y dificulta la cicatrización en caso de cirugía. Por eso, se recomienda dejar el tabaco antes de cualquier cirugía.
¿En qué se diferencia la piel de una mujer fumadora de la que no lo es?
La piel fumadora sufre los efectos nocivos del tabaco lo que se traduce en una piel más apagada, menos hidratada y con más falta de luminosidad.
¿Afecta el tabaco a la piel del rostro solamente o también a la del resto del cuerpo?
En general afecta a todo el cuerpo, porque al verse afectados los pulmones, la sangre se oxigena con más dificultad y llega en peores condiciones a todas las partes del cuerpo.

¿Si la mujer deja de fumar tendrá la piel de una que no fume? ¿Cuánto tiempo tardaría en tenerla?
Si, puede llegar a tenerla al cabo de 30 ó 40 días que es lo que tardan las células de la epidermis en renovarse.
¿Existen tratamientos en clínica específicos para estas pieles?
Nosotros recomendamos el láser CO2 fraccionado, para renovar completamente la piel. Es un láser que produce unas quemaduras controladas en la piel, a modo de píxel, dejando entre ellas zonas sanas que recuperan la piel de una forma rápida.