Coloretes y… ¡que no te saquen los colores!

El color es sinónimo de vitalidad, alegría y fuerza. Un simple toque de color puede cambiar nuestro ánimo y, también, nuestro aspecto.
Coloretes y… ¡que no te saquen los colores!

El color es sinónimo de vitalidad, alegría y fuerza. Un simple toque de color puede cambiar nuestro ánimo y, también, nuestro aspecto. Son muchas las mujeres que no conciben el maquillaje sin los coloretes. Poner color en tu rostro puede cambiar completamente tu imagen y darle a tu expresión un toque más animado, atrevido o con personalidad. Ya sean tonos más claros o más oscuros, un maquillaje más marcado o más natural, lo cierto es que el colorete puede dar vida a un rostro apagado.

¿Cómo usarlo?

Lo primero que debes tener en cuenta antes de aplicar colorete sobre tu rostro es qué rasgos son los que definen tu cara. Si tienes la cara redondeada, es mejor que realces tus pómulos para alargar tu rostro. Lo conseguirás haciendo un arco desde el extremo de los labios hasta la oreja. Si, por el contrario, tu cara es más bien estrecha, puedes marcar un trazo desde la oreja hasta mitad de la mejilla para acortar tus facciones. A las mujeres de piel clara les suelen favorecer los tonos de maquillaje rosados. Si es tu caso, apuesta por coloretes rosáceos, luminosos y que aporten frescura a tu rostro. Sin embargo, si eres de tez morena, los tonos anaranjados te favorecerán más.

En verano tu piel y tu cuerpo piden cambios. Frescura, vitalidad y fuerza. Si eres atrevida y te gusta lucir un look con personalidad, seguramente te interese este truco de belleza: aplica una barra de labios de color rosa oscuro, casi granate sobre tu mano, después, con la brocha de colorete difumina el color sobre tu mano y aplica, mediante ligeros toques, sobre tus pómulos. ¡Ojo! no te pases, se trata de que quede un ligero tono. ¿Quieres saber qué tipo de coloretes hay y cuándo usarlos? No te pierdas nuestra galería.

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