Una de las cosas que más odiamos de los perfumes es precisamente su característica más significativa: su volatilidad. Si por nosotras fuera nos pondríamos nuestro perfume favorito por las mañanas y no nos libraríamos de él hasta la noche, cuando nos metiésemos en la ducha.
La vida, sin embargo, no siempre es como una quiere, y hay que adaptarse a la realidad de que el perfume va perdiendo su olor según pasan las horas, sí. Pero también hay algunos trucos que podemos llevar a cabo para conseguir que el olor de nuestro perfume se mantenga con nosotras durante más tiempo.
No son pura magia ni van a hacer que nuestro perfume impregne durante todo el día nuestra presencia, pero sí que puede marcar la diferencia y alargar algunas horas más su olor. Atenta:
Cómo hacer que nuestro perfume dure más
El tipo de perfume importa
A la hora de comprar una colonia muchas veces en lo único en lo que nos fijamos es en que huela bien, el precio, algunas veces la marca, y poco más. Por norma general le damos poca importancia al nombre que tiene, pero importa más de lo que pensamos. Y es que no es lo mismo un Eau de Parfum que un Eau de Toilette.

Las diferencias entre ellas están principalmente en la concentración de perfume, siendo mayor en las Eau de Parfum que en las Eau de Toilette. Esta mayor concentración de perfume en ellas se traduce en una mayor longevidad, por lo que si queremos que nos dure más tiempo puesta, lo ideal es apostar por un Eau de Parfum.
Cuándo aplicar el perfume es clave
Sabemos que no siempre que nos echemos perfume puede coincidir con ello, pero lo cierto es que el mejor momento del día para perfumarnos es nada más salimos de la ducha. Con la piel recién limpia, ajena a cualquier tipo de suciedad, es cuando mejor se absorbe el perfume. Y si además la ducha ha sido con agua caliente y nos echamos una crema hidratante antes, mejor que mejor.
Evita frotar el perfume
Sabemos que este punto puede ser conflictivo porque nuestro primer instinto al echarnos perfume, sobre todo en las muñecas, es frotar la una con la otra para "extenderlo". Pero lo cierto es que este gesto es contraproducente, ya que puede hacer que la colonia no se asiente como debe en la piel.
Lo que debemos hacer es simplemente dejarlo secar al aire, permitiendo así que el perfume se impregne a la perfección en nosotras.

Es importante aplicarlo en los lugares adecuados
Se ha hablado mucho sobre dónde debe aplicarse el perfume, y la realidad es que no hay por qué rociarnos con nuestra colonia favorita antes de salir de casa para oler bien. Basta con hacerlo en algunos de los puntos estratégicos como las muñecas y el cuello, así como piernas y tobillos si quieres mantener el olor mucho más tiempo.
Como norma general para guiarnos, lo que suelen recomendar los expertos es aplicar siempre el perfume en zonas donde sentimos el pulso, donde, por ejemplo, pondríamos el termómetro de tener fiebre. Un truco que aumenta las zonas a axilas, corvas o detrás de las orejas.
Cambia de perfume cada cierto tiempo
La capacidad de adaptación de nuestro cuerpo en todos los sentidos es asombrosa, por lo que nuestra nariz no iba a ser menos. Cuando llevamos mucho tiempo usando un mismo aroma, sin darnos cuenta y sin quererlo, lo integramos en nuestro cerebro de tal forma que prácticamente no lo olemos.
Algo que, aunque pueda parecer una tontería, no lo es. Vale que el resto de personas va a sentir lo bien que olemos pero, ¿de verdad vale la pena si nosotras no? Basta con que tengas dos o tres fragancias distintas y las vayas alternando, no tienes por qué eliminar ninguna.