Las redes sociales (y en especial TikTok) nunca dejan de sorprendernos y de crearnos alguna que otra necesidad en clave beauty. A lo largo de las últimas semanas, hemos notado un aumento de interés por los perfumes con feromonas. En pocas palabras, este tipo de fragancias son virales y, según defienden las creadoras de contenido, son un amuleto infalible para seducir.

Como suele ocurrir, leyenda y ciencia siguen caminos opuestos, aunque hay ciertos matices en este campo. Con el fin de conocer qué se esconde detrás del éxito de los perfumes con feromonas, acudimos a los expertos de Muy Interesante, que han dedicado un interesante artículo a los perfumes a base de feromonas. Tal y como detallan, "las feromonas humanas del sexo son sustancias químicas naturales que el cuerpo exhala, y aunque aparentemente no tienen olor, provocan reacciones en el otro a través del olfato". De este modo, estamos ante unas sustancias que se relacionan con la atracción.
Dentro del universo de las fragancias, los profesionales subrayan que "este tipo de perfumes se basan en un concentrado de feromonas humanas sintetizadas en laboratorio y sirven como aditivo cosmético olfativo. Es imprescindible que sea utilizado a diario después del baño o la ducha, porque el agua borra su efecto". Así que, si quieres beneficiarte de sus teóricos efectos, es aconsejable dejar a un lado el agua.
Para conocer la raíz del uso de feromonas en el mundo de las fragancias, debemos viajar al año 1986, cuando la doctora Winnifred Cutler, presidenta del Instituto Athena en Pennsylvania, "mostró su influencia de las relaciones entre hombre y mujer y su deseo sexual". La científica concluyó sus estudios con varias ideas interesantes. "Los productos químicos emanados por los cuerpos de los hombres -una mezcla de sudor, hormonas y el olor natural de la piel -pueden causar a sus parejas, del sexo femenino, ser más fértiles, tener ciclos menstruales más regulares y una menopausia suave", escribía Cutler tras sus ensayos.
Más allá de la atracción entre sexos opuestos, los estudios revelaron que "las mujeres en contacto con la esencia "femenina" de otra mujer, por ejemplo, al vivir juntas, menstrúan al mismo tiempo, después de transcurridos algunos meses". Después de años de trabajo en el laboratorio, Winnifred Cutler "fue la primera persona en sintetizar las feromonas en laboratorio y embotellarlas para su venta como perfume, prometiendo un 70 % de éxito. Las bautizó "Athena Pheromone 10X", para hombres, y "Athena Pheromone 10:13", para mujeres".
La explicación sobre el fenómeno que causan las feromonas a nivel olfativo reside en que "los olores naturales de las feromonas son captados por el órgano vomeronasal u órgano de Jacobson, que transforman los olores en emociones y deseos". De nuevo, se confirma que el sentido del olfativo es mucho más potente de lo que podemos imaginar.