Escaleras
No suena tan curioso, pero sí efectivo. Deja de lado el ascensor y las escaleras mecánicas y sube y baja andando. Es una forma perfecta de hacer ejercicio en tu rutina diaria. ¿Una pausa en el trabajo para salir a tomar el aire? Ya sabes, ascensor no, escaleras. Y además¿Cómo adaptar el ejercicio al día a día?
En el baño
Estás en el trabajo y tienes que ir al baño: lo primero, si tienes alguna otra planta más por encima de la tuya, sube a ella por las escaleras (o baja a otra inferior) en vez de quedarte en la tuya, así haces algo de ejercicio. Además, ya sabes que no es buena idea sentarte en baños públicos, así que no lo hagas y aprovecha para practicar la postura de media sentadilla y hacer trabajar los músculos de las piernas. Y además¿Cómo adaptar el ejercicio al día a día?
A la compra
Si vas a hacer la compra mensual no es buena idea, pero si vas a hacer una compra no muy grande, deja el carro en casa y llévala en bolsas, así ejercitas los brazos. Prueba a subir y bajar los brazos como si hicieras pesas. Y además¿Cómo adaptar el ejercicio al día a día?
Con más tiempo
Sal con más tiempo de casa y de esta forma, si hay trayectos que puedes hacer andando y que normalmente no los haces por ir con la hora justa, hazlos caminando. Si vas bien de tiempo, siempre puedes elegir un camino más largo para llegar a tu destino. Andar es un ejercicio aeróbico muy saludable, como puedes ver en nuestro artículo “los beneficios de andar”. Y además¿Cómo adaptar el ejercicio al día a día?
En casa
Siempre la misma historia: muchas cosas por recoger, ir de la cocina al salón, del salón al baño, de ahí vuelta a la cocina… ¿y si haces estos paseos corriendo? No te decimos que hagas sprints, pero si te mueves por casa con un trote ligero o caminando a paso muy rápido ganas tiempo y haces ejercicio de manera muy sencilla. Y además¿Cómo adaptar el ejercicio al día a día?
