No es un ingrediente nuevo y, sin embargo, no es tan conocido como la vitamina C o el ácido hialurónico. Algo curioso porque lo cierto es que es más efectivo que este último. Te hablamos del ácido poliglutámico, un activo derivado de la soja fermentada que se crea cuando distintas moléculas de ácido glutámico se unen entre sí. Este péptido hidrosoluble tiene potentes propiedades de retención de agua. Esto se traduce en una piel no solo más hidratada, sino más rellena y elástica y por tanto, con menos arrugas y menos flacidez. En definitiva, todo lo que le pedimos a un ingrediente para cuidar de nuestra dermis. Pero como somos conscientes de que este activo no se conoce en profundidad y eso hace que no se le saque todo el partido, vamos a explicarte los motivos por los que deberías incluirlo en tu rutina diaria.

Tan efectivo es el ácido poliglutámico que los dermatólogos y las firmas de belleza lo avalan incluyéndolo en sus cosméticos. Así, este ácido denominado también como PGA, es tan potente porque consigue retener 5.000 veces su peso en agua, es decir, su capacidad es mucho mayor que la del ácido hialurónico aunque no goce de tanta fama. Esto es así porque a diferencia de este último, que tiene distintos pesos moleculares, el ácido glutámico está formado por moléculas más grandes, que no penetran en el interior de la piel pero forman una película que retiene el agua en el interior.
¿Lo bueno de este activo? Que si necesitas una hidratación profunda, puedes combinarlo con el ácido hialurónico, ya que uno actúa en el interior y otro en la superficie, por lo que forman el támden perfecto. Además de esto, este ingrediente es fácil de absorber por la piel, ya que según los expertos, su composición en aminoácidos asegura que así sea y que se integre y permanezca en la epidermis, prolongando así el efecto de hidratación.
No creas que los beneficios del ácido poliglutámico acaban aquí, porque además de ser súperhidratante, deja la piel perfecta, casi como de porcelana al aportarle luminosidad, firmeza y un aspecto más bonito gracias a la minimización de los poros.

Así debes aplicar el ácido poliglutámico
Lo primero que tienes que saber es que este ingrediente está indicado en cualquier tipo de piel, de las más sensibles a las más grasas. Y, sobre todo, sirve como un incentivo para las dermis más secas. Para aplicarlo, puedes hacerlo por la mañana y por la noche, pero como complemento del resto de activos. Es decir, por mucho que hidrate y contribuya a mantener la piel joven, no es sustitutivo del retinol.
Entonces, ¿en qué orden debes incluirlo en tu rutina? Siempre después de otros ingredientes como la vitamina C, el ácido hialurónico o el retinol y antes de la crema hidratante. Si lo utilizas por el día, no te olvides de aplicarlo antes de la crema de protección solar.
Cosméticos con ácido poliglutámico


