El vello púbico existe para proteger nuestros genitales de patógenos y agresiones externas, y fomenta una microbiota diversa y, a menudo, bastante saludable, que previene de infecciones. También se encarga de que los genitales mantengan una temperatura constante y adecuada que garantice su correcto funcionamiento, retiene el aroma personal creado por las feromonas y previene la irritación de la zona durante el acto sexual.
Teniendo en cuenta todas sus funciones y que la naturaleza no deja nada al azar, la cantidad de vello corporal que decidimos mantener o no debería ser una cuestión totalmente personal. Sin embargo, lo cierto es que tiene unas implicaciones sociales inherentes que, en el caso de las mujeres, nos empujan a eliminar (casi) cualquier pelo que no esté en la cabeza y que quede a la vista.
Después de conocer al personaje a fondo, nos atreveríamos a afirmar que Samantha Jones - una de las protagonistas de Sexo en Nueva York - jamás se habría saltado su cita mensual para hacerse la depilación brasileña. Sin embargo, el look au natural de esta zona íntima ha experimentado un ascenso - eso sí, lento, aunque constante - al calor del movimiento body positive que anima a aceptar nuestro propio cuerpo tal y como es, con su celulitis, estrías, cicatrices y… vello corporal.

Aunque renunciar a la depilación de la zona por primera vez en mucho tiempo puede resultar liberador, lo cierto es que también puede ser un territorio desconocido para muchas mujeres. Desde un mantenimiento mínimo del vello hasta una limpieza suave, hemos recopilado 5 consejos que ayudan a mantener el aspecto natural del vello púbico:
Utiliza unas tijeras de corte pequeñas. Para controlar el largo del vello púbico no se debería utilizar cualquier par de tijeras, sino unas tijeras pequeñas especiales para cortar el pelo.
Si se prefiere retocar la zona con cuchillas de afeitar, se recomienda que se esterilicen previamente con alcohol. Para obtener los mejores resultados, un espejo de aumento y un peine de dientes finos pueden contribuir en gran medida a mantener el vello controlado mientras se recorta.
Exfolia para tratar y prevenir la foliculitis. La foliculitis se produce cuando, en su crecimiento, el vello no consigue romper la epidermis y se produce la inflamación del folículo, provocando la aparición de granitos que pueden derivar en quistes. Este fenómeno, que se puede producir como consecuencia de la depilación, pero también de forma natural, se puede evitar realizando una exfoliación periódica de la zona, manteniendo el área lo más limpia posible y, en el caso concreto de las ingles, utilizando ropa interior suave y de algodón.

Realiza una limpieza suave de la zona. Mantener una limpieza adecuada de la zona es siempre necesario por cuestiones higiénicas y de salud, pero cuando hablamos de dejar crecer el vello púbico, se recomienda prestar especial atención, ya que el pelo puede atrapar sudoración, olores y bacterias. Para evitarlo, es aconsejable realizar un lavado suave con un jabón que equilibre el pH y cuya fórmula esté libre de fragancias artificiales, parabenos y sulfatos. Nutre y suaviza el vello. Cuando depilamos con cera que retengan la humedad y optar por ropa interior de algodón.
Cuando depilamos con cera o afeitamos con cuchilla la zona del pubis, el vello vuelve a crecer mostrándose duro y con textura erizada. Uno de los grandes beneficios de dejar crecer el vello de esta zona para conseguir un look natural es, por tanto, que el cabello se siente siempre suave. Los aceites especialmente formulados para las zonas más sensibles consiguen una textura aún más nutrida y sedosa del vello, al tiempo que limpian los poros de la zona para evitar la foliculitis.
El vello púbico protege la piel de la irritación que pueden provocar algunos tejidos incómodos. Sin embargo, no es saludable mantenerlo constantemente en contacto con ropa ajustada. De esta forma, se recomienda evitar telas sintéticas que retengan la humedad y optar por ropa interior de algodón.