El colágeno se ha convertido en el suplemento estrella para quienes quieren preservar lo invisible: la firmeza de la piel, la fuerza del cabello o la salud articular. Promete mucho pero ¿cumple? Varios expertos explican lo que puede hacer por nosotros.

El colágeno está en todo. Es la proteína estructural más abundante del cuerpo humano: forma parte de la piel, los huesos, los tendones, los ligamentos, el cabello, las uñas y hasta de los vasos sanguíneos. "Se encuentra principalmente en la piel, huesos, cabello, tendones y ligamentos, proporcionando estructura, firmeza y elasticidad. Es el 'pegamento' que mantiene nuestro cuerpo unido", explica Sanja Zivanovic, doctora en Bio- medicina y fundadora de Skin Molecule X. Pero su producción no es eterna. "A partir de los 25 años, la producción natural de colágeno comienza a disminuir a un ritmo del 1,5 % anual.
Con la menopausia, la pérdida se acelera drásticamente debido a la caída de los niveles de estrógeno, lo que puede llevar a una reducción del 50-60 % del colágeno en la piel. Y para los 60 años, el cuerpo puede haber perdido entre un 60 % y 80 % del colágeno, haciendo que el envejecimiento sea mucho más visible y acelerado", advierte. Zivanovic insiste en que la pérdida no solo se nota en la piel: "El cabello se vuelve más fino y quebradizo, las uñas se debilitan, y se pierde densidad ósea y resistencia muscular. Además, aparecen molestias articulares y más flacidez general. El colágeno es clave en todos estos procesos".
Lo que dicen los estudios y lo que no
El estilo de vida es muy importante. "Los factores que aceleran la pérdida de colágeno incluyen principalmente la exposición al sol, en concreto a los rayos UV, que contribuyen a una degradación más rápida del colágeno. Una dieta deficiente, carente de nutrientes esenciales como vitamina C, proteínas y antioxidantes, agrava aún más el problema. Además, el tabaco y el consumo de alcohol pueden dañar las fibras de colágeno. El estrés y la falta de sueño aumentan los niveles de cortisol, lo que afecta negativamente a la producción de colágeno", explica el doctor Vicente Mera, experto en antiaging y asesor médico de Kobho Labs.
Además, es necesario dormir bien, "ya que es cuando se produce hormona del crecimiento que está directamente relacionado con la producción de colágeno y el pico de producción de esta se da mientras dormimos en la fase profunda de nuestro sueño", señala Meritxell Martí, farmacéutica y pionera en suplementación desde la farmacia (fundadora de Unique). Ahora, ¿funciona el colágeno? Para la experta, los datos son claros. "Sí, hay estudios clíni- cos en los que se demuestra que añadir colágeno en la dieta funciona". ¿Y qué colágeno deberíamos tomar? Todos nuestros expertos coinciden: hidrolizado, ya que, según la especialista, "al pasar el proceso de hidrolización se consiguen moléculas mucho más pequeñas con capacidad de traspasar íntegramente la pared del intestino delgado y así garantizar la absorción (péptidos de tamaño pequeño son de preferencia); generalmente los productos más novedosos y de calidad ya mencionan el contenido de péptidos activos frente al conteni- do total de colágeno".
La importancia de una buena fórmula
No es solo cuestión de tomar cualquier colágeno. El doctor Álvaro Campillo, cirujano digestivo y asesor médico de Kobho Labs, explica que "el colágeno es una proteína muy grande y el organismo debe trocearlo en pequeñas moléculas para que pueda atravesar la barrera intestinal. Por eso el hidrolizado se absorbe mejor, porque existen transportadores de esas pequeñas cadenas de tres aminoácidos (prolina-hidroxiprolina-glicina) de forma que, cuando circula por la sangre hacia los distintos órganos, genera una señalización de resíntesis de grandes cadenas de colágeno. Es decir, si solo se absorben aminoácidos sueltos (no tripéptidos) el cuerpo no 'sabe' que tiene que volver a formar nuevo colágeno en abundancia".
Además, señala que las moléculas más interesantes para combinar con el colágeno son el ácido hialurónico, zinc, vitamina C, resveratrol, biotina o coenzima Q10. ¿El colágeno de origen animal (bovino, marino, porcino) tiene diferencias en absorción o efectividad? "Al ser una proteína que forma gran parte de los tejidos animales, es más biodisponible y efectivo. El llamado 'colágeno vegetal' son en realidad fibras que aportan aminoácidos con los que se podría formar colágeno en el organismo, pero ni se absorben igual ni activan la síntesis de forma tan efectiva", matiza el doctor Campillo. ¿Y el formato? "Cada uno tiene sus ventajas, las cápsulas pueden resultar incómodas porque para ingerir la cantidad diaria de colágeno necesaria deberíamos tomar entre 5-10 cápsulas de 1g; al contrario que el formato bebible, que es muy cómodo; por contra, presenta algunos inconvenientes como la necesidad de edulcorantes para conseguir un sabor agradable, especialmente en el caso del colágeno de pescado. La preservación del colágeno es más compleja y requiere conservantes; suelen presentarse en dosis para 15 días y generar mucho desperdicio", señala Miren García-Chazarra.

Entre la necesidad y el complemento
La doctora Gracia Bañón, médico estético y directora de Enea Clínica (Madrid), explica: "Los últimos estudios publicados afirman que la ingesta de 10 gramos de colágeno al día y en el mismo momento sí son efectivos, una dosis muy superior a la que ingerimos con las cápsulas en polvo. Pero sí sugieren un beneficio en la piel, mejorando la elasticidad, los niveles de hidratación y la luminosidad. Aunque a día de hoy sigan faltando más pruebas sólidas detrás de estas afirmaciones, son muchos los estudios que sí sugieren esta mejoría en la piel".
Además, la experta añade que la mayoría de los suplementos de colágeno están hechos con péptidos marinos o bovinos que son los que mejor se ab- sorben, ya que las cadenas proteicas son más cor- tas, lo que facilita el proceso de absorción. "Existen algunas investigaciones recientes no concluyentes que sugieren que los suplementos de colágeno marino (colágeno tipo 1) son los más eficaces para mejorar la elasticidad y la textura de la piel", señala. Y respecto al tiempo necesario para notar efectos, es clara: "Se estima que hay que tomar colágeno al menos tres meses para empezar a ver resultados reales". Ahora bien, ¿es apto para todo el mundo? "Aunque se considera seguro, se recomienda que mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, así como personas con condiciones médicas específicas o alergias a los ingredientes (por ejemplo, al pescado), consulten a un profesional de la salud antes de iniciar su consumo", explica Miren García- Chazarra, cofundadora de Glo.
Resultados reales
El doctor Vicente Mera recuerda un estudio pu- blicado en el Journal of Medicinal Food (2019): "Una ingesta diaria de 2,5 a 10 gramos de colágeno hidrolizado durante un período de 8 a 12 semanas ha demostrado mejorar la hidratación y elasticidad de la piel al aumentar las fibras de colágeno y elastina, a la vez que reduce significativamente la aparición de arrugas". Martí lo resume así: "Una persona que se cuida o quiere hacer una terapia antiedad no se concibe sin colágeno". La doctora Zivanovic coincide y añade: "En un mundo acelerado, lleno de agresores externos como el estrés, la contaminación y la exposición al sol, necesitamos más que nunca un refuerzo extra. Además, debido a nuestra alimentación moderna, es difícil alcanzar el 100 % de la dosis diaria recomendada de colágeno, vitaminas y minerales solo a través de la dieta".
Ahora bien, ¿qué tipo de colágeno es el adecuado según los resultados que buscamos? "El colágeno tipo I y III es especialmente efectivo para la piel (firmeza, hidratación, elasticidad), el cabello (for- taleza, volumen, reducción de caída), las uñas (menos fragilidad) y el colágeno tipo II y IV es efectivo para las articulaciones y huesos (reducción de molestias y mayor movilidad)", explica la experta y recuerda que en el mercado, solo unos pocos colágenos cumplen lo que prometen. "Si buscas un colágeno realmente efectivo, es fundamental elegir uno con respaldo científico y estudios clínicos que avalan sus beneficios", señala.




