Te aconsejamos temporada tras temporada cómo pintar tus uñas, los colores que se llevan y las últimas tendencias en manicura. Sin embargo, tan importante cómo colorearlas es saber desmaquillarlas bien, ya que de ello depende tanto la duración de manicuras posteriores como el aspecto saludable y limpio de tus manos.
“La característica principal de un quitaesmalte es que sea rápido y elimine fácilmente el esmalte sin dañar la uña”, cuenta Helena Liébanas, experta de Essie. Su uso es bastante sencillo, pues basta con empapar un algodón del producto, ponerlo sobre la uña presionando y dejarlo actuar durante unos treinta segundos para que ablande el esmalte. Luego solo hay que retirar el disco y comprobar que la uña ha quedado totalmente limpia o retocar si es preciso.Si optamos por una versión de quitaesmalte en toallitas, su uso es similar al de los discos, pues se recomienda dejarlo actuar unos segundo para potenciar el resultado. Otra versión que encontramos son los exprés, que consisten en un bote relleno de espuma impregnada con una solución desmaquillante y en los que solo debemos meter el dedo y girarlo un segundo para que se limpie la uña.

En el mercado encontramos una gran variedad de productos quitaesmaltes con diferentes formulaciones. Las más usadas son aquellas que contienen acetona en su base y combinada con ingredientes emolientes, pues esta sustancia en sí misma es muy dañina para la uña, ya que contribuye a que se seque y se lamine, o incluso se irriten la piel y la cutícula. Es por ello que, si usas un producto de este tipo, debes prestar especial atención a la hidratación posterior de tus uñas. “Después de usar quitaesmalte con acetona es recomendable lavar las manos y aplicar un aceite -como Apricot Cuticle Oil, de Essie- para hidratar la uña y la cutícula”, afirma Helena.Otro ingrediente dañino que suelen contener los quitaesmaltes es el alcohol, por lo que debes fijarte y optar siempre por el que menos graduación posea. Pero es verdad que cada vez se encuentran en el mercado más alternativas a los quitaesmaltes tradicionales que causan menos daño a las uñas y la cutícula.
Formulados en su mayoría con acetato de etilo –un disolvente orgánico- o aceites naturales, y enriquecidos con vitaminas, hidratan y nutren al mismo tiempo que disuelven el esmalte. Están especialmente recomendados si tienes las uñas débiles. Por supuesto el tipo de laca de uñas que llevemos marcará que usemos un tipo de quitaesmalte u otro. Una laca de larga duración necesitará de un producto más potente que uno de duración media por su formulación, mientras que una manicura de gel o permanente requerirá de un desmaquillante especial que te aplicarán en tu centro beauty.