¿No puedes ocultar tus ganas de lucir un rostro impecablemente tostado, con un acabado natural y aterciopelado? Te entendemos muy bien. El colorete ha sido hasta ahora tu gran aliado (la técnica del blush draping te habrá ayudado en más de una ocasión), pero la subida de las temperaturas ya pide a gritos el uso de un producto aún más colorido: los polvos bronceadores. Su objetivo es sencillo: hacer resaltar naturalmente el tono natural de la piel, crear contrastes de luces y sombras y definir las facciones aportando un efecto “buena cara” inmediato. Pero al igual que el eye liner o la barra de labios, supone conocer la técnica básica y practicar. Los errores son habituales a la hora de aplicarlos, entre ellos el elegir tonos demasiado oscuros, conseguir un efecto acartonado y artificial o tener marcas. Fue el principal error de Selena Gómez en la gala del MET hace dos años.
¿Cómo aplicarlo? Puedes trazar una T sobre tu rostro, que corresponda a la zona de la frente, de la nariz y de la barbilla para simular el efecto de zonas bronceadas por el sol, ya que estos suelen ser los lugares en los que su incidencia es mayor. Otra opción es aplicarlos de forma ascendente en los pómulos, asegurando se pierda cualquier trazo visible para lograr un acabado muy natural. Ten en cuenta tu tipo de piel a la hora de elegir el producto: una piel grasa tenderá a brillar precisamente en esta parte del rostro debido al exceso de sebo. Si la tienes muy seca, elige polvos libres que no resequen aún más tu piel. Aunque su uso sea preferiblemente para el rostro, también puedes aplicarlos sobre el cuello y los hombros para aportar un toque de color. Es imprescindible que tengas la mano muy ligera para conseguir un resultado natural y favorecedor. Coge poca cantidad de producto y aplícalo con una brocha kabuki, grande y preferiblemente de pelo fino. Difumina siempre bien el producto y procura que tu base no tenga imperfecciones ya que los polvos podrían subrayarlos. Son especialmente útiles para crear sombras y luces y definir tus facciones: úsalos para realizar un contouring siempre cuidando la aplicación y la textura.
¿Quieres aportar un toque de color a tu rostro? Apuesta por uno de estos 10 polvos bronceadores que lo cambiarán por completo.
Dior
Este bronceador Dior (c.p.v.) es tu producto si buscas un efecto natural y, sobre todo, si no quieres ahogar tu piel.

Givenchy
Givenchy nos deleita con estos polvos (49,95 €) que prometen un acabado nude y aterciopelado, casi invisible. Consigue un tono naturalmente más dorado.

Sisley
¿Buscas un efecto liso, luminoso y uniforme? Estos polvos de Sisley (c.p.v.) son tu producto estrella.

Chanel
Esta crema bronceadora única, ligera y fácil de difuminar de Chanel (43 euros) ofrece un acabado delicado y aterciopelado para una tez bronceada, natural y radiante

The Body Shop

Guerlain
El toque exacto de calidez en un tiempo en que no hemos podido apenas salir al sol: estos polvos de Guerlain (22,70 euros) marcan volúmenes y aportan un aspecto fresco y un toque de luz a la piel.

Sephora
Si buscas unos polvos buenos y asequibles, ficha estos de Sephora (13,95 euros).

Yves Rocher
Dos tonos complementarios para un bronceado luminoso, cálido y natural que se adapta a todos los tonos de piel. Son de Yves Rocher (13,95 euros).

Benefit
Esta paleta de Benefit es perfecta para iluminar, contornear y broncear las mejillas. Se completa con una brocha en formato estándar (61,95 euros).

Clinique
Su fórmula de maquillaje en polvo, enriquecida con minerales, se siente ligera en la piel, y la protege de los rayos UVA/UVB, mientras aporta un toque de color. Son de Clinique (34 euros).
