Hay aromas que son capaces de tranquilizarnos al instante. El olor a limpio pertenece a esa categoría mágica que nunca pasa de moda y que funciona en cualquier contexto. Una colonia con matices suaves y confortables puede convertirse en un sello personal, una forma de expresar elegancia discreta. De hecho, esa estela limpia y delicada representa la sofisticación más silenciosa. Cuando el otoño llega con su aire fresco y las capas de ropa comienzan a multiplicarse, los perfumes que evocan el aroma de piel recién lavada se transforman en un refugio olfativo tan reconfortante como un jersey de lana.
El atractivo de estas fragancias reside en su aparente sencillez. Huelen a jabón, a flores blancas, a tejidos recién planchados, pero esconden una arquitectura olfativa compleja que combina notas cálidas y cremosas, como el sándalo o el haba tonka, con ingredientes sintéticos tan hipnóticos como el Ambrox. Son perfumes con olor a limpio para aportar calma y paz a nuestro tocador, ideales para las que prefieren la discreción a la intensidad. En realidad, esa naturalidad es solo una ilusión perfectamente construida por los perfumistas. El resultado: aromas que se funden con la piel y proyectan una sensación de pureza duradera, como si acabáramos de salir de la ducha, incluso cuando el día es profundamente gris.
Este tipo de composiciones funcionan especialmente bien cuando las temperaturas bajan. La mezcla entre la calidez de los almizcles y las notas más suaves de flor de azahar o bergamota genera una estela envolvente, íntima, muy fácil de llevar. Las colonias cítricas con olor clásico y limpio siguen siendo una apuesta segura, pero los matices amaderados y el toque de ámbar aportan un punto de profundidad para las más atrevidas. Aquí van tres formas distintas de celebrar el placer de oler bien en otoño, con discreción, elegancia y carácter.
Tres fragancias limpias, cálidas y perfectas para cualquier ocasión otoñal
Eau de Toilette Kiehl's Musk, una colonia con tintes florales

La historia de Original Musk de Kiehl’s comienza en los años 20 con el famoso “Aceite del Amor”, y desde su relanzamiento en 2004 mantiene esa esencia atemporal. Con notas de salida de flor de azahar y bergamota, corazón de ylang-ylang, azucena, neroli y rosa, y un fondo de almizcle, pachulí y haba tonka, logra una combinación equilibrada entre lo sensual y lo pulcro. La bergamota aporta frescor, la flor de azahar suaviza y el almizcle redondea esta colonia. El precio es de 57 euros por 100 ml.
Shade de Lush, el aroma más cálido y cremoso

Fiel a su filosofía ética y artesanal, Lush propone Shade, una fragancia de sándalo y olíbano que combina elegancia natural y conciencia medioambiental. El sándalo proviene de árboles sostenibles de Timor Occidental y el olíbano, de la región somalí de Dayaxa, ambos con trazabilidad total. La salida, seca y resinosa, se transforma poco a poco en un velo cremoso con matices especiados que recuerdan al interior de una iglesia antigua, con incienso suave y madera templada. No es una fragancia dulce ni floral, sino más bien meditativa y minimalista. El precio es de 70 euros por 100 ml.
Entre Genres de Infiniment Coty Paris, la versión nicho de la colonia limpia de toda la vida

Para las amantes de la perfumería que disfrutan de la sofisticación nicho, Entre Genres de Infiniment Coty Paris es pura adicción. Concebida como un encuentro entre tres tipos de almizcles sobre un fondo de Ambrox y aceite de mandarina, esta fragancia de alta concentración (20%) es una burbuja sensorial de confort. Es limpia, sí, pero también profundamente sensual, con una estela que juega entre lo íntimo y lo elegante. La fragancia que simboliza el arte de oler a recién salida de la ducha durante todo el día, pero con un halo de distinción. El precio es de 230 euros por 75 ml.