Los perfumes solares han dejado de ser una tendencia pasajera para consolidarse como una categoría imprescindible en el universo olfativo estival. Las fórmulas que evocan la sensación de piel bronceada, vacaciones mediterráneas y tardes sin mirar el reloj se multiplican cada verano, encarnando esa promesa sensorial de calor y libertad. En esta nueva hornada, las propuestas trascienden lo meramente refrescante: los perfumes solares son los nuevos básicos de temporada para toda beauty lover que se precie.
Aunque tradicionalmente los perfumes solares apelan a notas de coco, flor de tiaré, monoi o ylang-ylang, hoy encontramos composiciones más complejas, con guiños aromáticos que oscilan entre lo exótico y lo nostálgico. En ellas se combinan acordes ozónicos, frutales y ambarados, siempre con un fondo cálido que se funde con la piel. ¿El resultado? Fragancias frescas de verano que una editora de belleza tiene fichadas y que invitan a soñar con playas infinitas y puestas de sol interminables.
Sin embargo, entre todas las novedades de perfumería nicho de este 2025, una destaca por su capacidad camaleónica: Immortelle Solaire, de Les Indémodables. Se presenta como el perfume más versátil del verano, con una luminosidad cítrica para el día y un fondo ambarado y cuero que brilla al caer la noche. Su juego de claroscuros lo convierte en una elección inteligente para llevar desde la oficina hasta una cena a la luz de las velas. Pura alquimia contemporánea embotellada.
Un perfume solar que juega al claroscuro
Les Indémodables, una firma nicho con alma francesa
Fundada en el corazón de los Alpes, Les Indémodables representa una rara avis en la perfumería de autor actual. Su producción artesanal, a cargo de L’Atelier Français des Matières, se rige por una carta de excelencia que pone el acento en la calidad de las materias primas, muchas de ellas de origen local. La firma presume de trabajar con ingredientes naturales en proporciones generosas, algo cada vez menos habitual en la industria.
Además, sus perfumes millésimés varían ligeramente de año en año, como un buen vino, debido al carácter natural de sus ingredientes. Esta variabilidad se convierte en su sello, alejándose del estándar de producción masiva. En definitiva, son fragancias con sello de autor, alma sostenible y una manufactura que honra el savoir-faire perfumístico francés.
Immortelle Solaire, un perfume que evoca el misticismo del verano
Antoine Lie, uno de los nombres más respetados del universo olfativo, firma Immortelle Solaire, un perfume que atrapa la esencia del verano en la Provenza. Su protagonista es un extracto revolucionario de siempreviva (Helichrysum), tratado con tecnología ultrasónica, que reproduce de forma inédita el perfil completo de esta flor tan compleja como embriagadora. Un ingrediente solar con matices insospechados que combina notas dulces, salinas y ambaradas.

La composición despliega un acorde de frutas confitadas, especias cálidas y cuero suave que se equilibra con una frescura aromática y un toque yodado. La sensación es la de una caminata al mediodía por los paisajes calizos del sur de Francia, con el sol abrasando la piedra y la vegetación desprendiendo su aroma. Un perfume de contrastes que habla tanto de la luz como de la sombra. El precio es de 220 euros por 50 ml. Sí, es una inversión, pero también una de esos perfumes dulces y frescos para disfrutar de un largo y cálido verano.
El mix "extraño" que funciona
No es fácil encontrar un perfume solar que huya del cliché, pero Immortelle Solaire lo consigue con una fórmula que se atreve a oscilar entre la luminosidad y el misterio. La siempreviva, mezclada con pachulí, avellana y un leve fondo de styrax, da vida a una fragancia misteriosa y envolvente, sin resultar densa. Un cóctel solar y nocturno, enérgico y reconfortante, que aporta profundidad sin perder frescura.
Otros perfumes que homenajean al pachulí
Le Patchouli de Reminiscence

Otra joya olfativa que toda amante de la perfumería debería considerar este verano es Le Patchouli. Su estructura de madera y bálsamos acaricia la piel como un velo invisible, cálido pero discreto. A diferencia de otras composiciones centradas en el pachulí, esta versión lo convierte en un protagonista elegante y refinado. Sus notas de salida de pachulí y cedro se funden con un corazón de vetiver y sándalo, para rematar en una base adictiva de vainilla, haba tonka, almizcles blancos, ládano y bálsamo de Tolú. Cuesta 73 euros por 50 ml.