Aunque el calor aprieta y los termómetros no dan tregua, los perfumes dulces de verano también tienen su sitio reservado en el tocador. Eso sí, hay que saber elegirlos: no vale cualquier gourmand si no quieres acabar agotada por una fragancia que se vuelve invasiva bajo el sol. En esta estación, los cítricos reinan sin competencia. Limón, bergamota, mandarina o pomelo aportan esa ligereza chispeante que apetece cuando la piel está caliente. Los perfumes más frescos y seductores para disfrutar de un largo y cálido verano suelen incorporar este tipo de notas. Que eso no te haga renunciar al dulzor: hay fórmulas que combinan ambas familias olfativas con una armonía sorprendente.
La clave está en mezclar notas jugosas, frutales y luminosas con un toque de cremosidad bien medida. Hablamos de fragancias dulces con las que oler a pastelería francesa sin empalagar, gracias a contrastes bien ejecutados. Hemos seleccionado tres perfumes que cumplen con estas premisas y que, además, están entre los perfumes frescos de verano que una editora de belleza tiene fichados.
Perfumes dulces y frescos al mismo tiempo: una selección sencillamente exquisita
Pear Gelato de Theodoros Kalotinis
El nombre ya sugiere lo que vas a encontrar: un aroma a helado artesanal, de los que se derriten entre risas bajo un sol de junio. Notas como cono de galleta, leche y azúcar abren esta composición gourmand con un punto divertido y nostálgico. La pera madura en el fondo equilibra el dulzor y lo refresca sin perder textura cremosa, mientras la vainilla del corazón suaviza el conjunto. Pear Gelato es ese perfume que te traslada al paseo marítimo de la costa italiana sin moverte del ventilador. Dulce pero no denso, goloso pero no pegajoso. El coste es de 45 euros.
Red Keela Split de Fomowa Paris
Aquí el dulzor se vuelve sofisticado, con un guiño a los postres más extravagantes del mundo. La salida cítrica de citron y bigarade marca el tono desde el principio, anticipando una evolución deliciosamente adictiva. La fresa helada, el plátano rojo y la flor de azahar crean una mezcla inesperada, vibrante y muy femenina, que se funde con un fondo de crème dessert de pistacho, vainilla, caramelo y sándalo. Un viaje olfativo que pasa por India, Italia y Nueva York sin cambiar de frasco. Cuesta 180 euros y es uno de esos perfumes con olor dulce de los que nunca te vas a cansar.
Smile de Akro Fragrances
Tan fácil de llevar como un vestido de lino blanco, Smile es la dulzura bien entendida: ligera, luminosa y con actitud. Abre con bergamota y salvia, dos notas que aportan un frescor herbal y cítrico casi efervescente. La frambuesa del corazón le da el toque jugoso, alegre y despreocupado que te atrapa desde el primer segundo, mientras que el fondo almizclado lo fija en la piel con suavidad. Una fragancia sin complicaciones, moderna y apetecible, pensada para esos días eternos en los que apetece oler bien sin pensar demasiado. El precio es de 160 euros.
