Europa, con su profunda tradición perfumista, desde las colonias cítricas del siglo XVIII hasta los elixires de Grasse, ha sido durante siglos el corazón de este arte. Sin embargo, en los últimos años, otros territorios han comenzado a reescribir las reglas del lujo olfativo. Corea del Sur, India u Omán se han posicionado como laboratorios sensoriales donde tradición, espiritualidad y modernidad se entrelazan en frascos que trascienden lo estético para convertirse en símbolos culturales. Estas esencias, intensas y persistentes, son perfectas para las noches otoñales, cuando las españolas pedimos a gritos perfumes con más carácter.
En realidad, lo que diferencia a estas casas asiáticas no es solo su exotismo, sino la manera en que entienden la perfumería como arte total. Sus creadores traducen emociones, rituales y paisajes en notas que narran un relato propio. Frente a las tendencias minimalistas europeas, las marcas orientales celebran la opulencia y la complejidad: maderas nobles, resinas milenarias y especias que evocan templos, mercados y desiertos. De hecho, su creciente éxito en el lujo occidental demuestra que los amantes de la perfumería buscan (o, mejor dicho, anhelan) sensaciones nuevas. Son perfumes que contienen uno de los ingredientes más lujosos y exclusivos del mundo: el oud, esa madera resinosa y magnética que hipnotiza desde el primer acorde. En España, estos aromas encuentran su mejor escenario en los meses fríos, cuando una colonia ligera se queda corta y apetece envolverse en acordes densos, ambarados y seductores.
El auge de estas casas responde a la mística de las culturas asiáticas. Desde Bombay a Seúl, pasando por Mascate, se percibe una auténtica revolución olfativa. Sus aromas son sinónimo de lujo y poder, y su manera de trabajar recuerda a la alta costura: precisión, tiempo y respeto absoluto por los materiales. En algunos casos, estas fórmulas entran dentro de la categoría de perfumes amaderados (y duraderos) con los que perderás el sentido de lo rico que huelen. Por eso, cuando llega la temporada de cenas íntimas o eventos especiales, nada eleva tanto un look como una fragancia con personalidad. En el siguiente recorrido lejos de nuestro país, tres perfumes asiáticos conquistan el terreno del lujo emocional: desde la poesía india hasta el refinamiento omaní y la elegancia coreana contemporánea.
Tres perfumes asiáticos con los que diferenciarnos en citas especiales
Forbidden Words Alfaaz-e-Mamnooah de Sasva
Con Forbidden Words Alfaaz-e-Mamnooah, la casa india Sasva logra algo poco frecuente: encapsular en un solo frasco la intensidad emocional de la poesía urdu. Creada en 2022 por el perfumista Jordi Fernández, esta fragancia despliega una composición magnética que mezcla tabaco, lima y pimienta rosa en la salida, para luego adentrarse en un corazón de vainilla, madera de oud y cedro. El fondo, marcado por ámbar, pachulí y cuero, envuelve la piel como un manto de terciopelo cálido. Su olor transporta a la India profunda, con matices especiados que evocan templos, atardeceres y telas teñidas de azafrán.

Sasva Parfums nació para capturar el pulso vibrante de la India moderna: la calma de los Himalayas, la intensidad de Bombay y la melancolía del mar Arábigo. Sus perfumes, concebidos como obras de arte portátiles, despiertan la memoria y la emoción a partes iguales. Con un precio de 175 euros por 100 ml en Danbel, Forbidden Words Alfaaz-e-Mamnooah es magnífico para cenas otoñales, cuando el cuerpo ansía notas ambaradas y misteriosas.
Overture Woman de Amouage
De Omán llega Overture Woman, un perfume que captura el lujo árabe en su máxima expresión. Firmado por la prestigiosa perfumista Annick Menardo en 2020, este elixir abre con un acorde de brandi y manzana, iluminado por azafrán y bergamota. Su corazón revela una sinfonía oriental de benjuí, mirra, canela y rosa de mayo, mientras el fondo, con cuero, incienso y ládano. Esta creación es un homenaje al alma omaní, donde el incienso de olíbano, oro líquido del desierto, protagoniza rituales y leyendas.

Amouage, fundada en 1983 en el Sultanato de Omán, nació bajo el lema "The Gift of Kings". La firma ha elevado la perfumería árabe a un nivel de excelencia que fusiona tradición y modernidad. En cada frasco se percibe la herencia del comercio del incienso, reinterpretada con un toque occidental. Overture Woman cuesta 365 euros por 100 ml en Isolée. Su estela, sobria pero majestuosa, deja la huella de la persona que domina el arte de la distinción sin palabras.
Oud Nights de Pesade
El lujo contemporáneo se escribe en coreano. Oud Nights, lanzada en 2025 por la firma surcoreana Pesade, redefine la noción de equilibrio. Con una salida fresca de toronja, un corazón dominado por la madera de oud y un fondo de cuero, esta fragancia combina fuerza y serenidad. Es un perfume minimalista pero magnético, capaz de envolver sin abrumar. El precio es de 156,97 euros euros por 100 ml.

Pesade toma su nombre de una técnica ecuestre que simboliza armonía y control. Fundada por el artista Mok Young-kyo, la casa coreana entiende la perfumería como una búsqueda de equilibrio interior. Cada creación es parte de un "capítulo" que dialoga con las demás, como piezas de una sinfonía olfativa. Su estructura limpia lo alza como uno de los perfumes que contienen uno de los ingredientes más lujosos y exclusivos del mundo, el oud.