Ni ácido hialurónico ni bótox: el secreto de la juventud ahora está en los inductores de colágeno

Durante años, los rellenos de ácido hialurónico han dominado la medicina estética. Pero la tendencia está cambiando: cada vez más pacientes optan por los inductores de colágeno, una alternativa que no solo mejora la apariencia de la piel, sino que la regenera desde dentro.
Inductores de colágeno - Imagen: Grupo Zinet Media

En el mundo de la medicina estética, la búsqueda de la juventud ha dado un giro. El énfasis ya no está en el volumen inmediato, sino en la regeneración progresiva de la piel. Los inductores de colágeno (productos que se inyectan en el rostro para activar la producción natural de esta proteína) han tomado protagonismo, desplazando a los rellenos de ácido hialurónico en la preferencia de muchos pacientes. De hecho, según la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), el 46,6 % de los españoles se realizó algún tratamiento estético el año pasado, con una creciente inclinación hacia los procedimientos que favorecen la producción natural de colágeno. "Es cierto que ahora mismo hay una demanda creciente de los pacientes que buscan evitar los rellenos, pero en medicina estética no todo es blanco o negro", explica la Dra. Carmen Fernández Ayestarán (Santander), médico estético con más de 40 años de experiencia.

Un cambio de paradigma

¿Pero qué es el colágeno? "Es una proteína fabricada por unas células llamadas fibroblastos. Es el componente más abundante en nuestra piel y en los huesos, y es el responsable de la sujeción de los tejidos cutáneos. En el caso de la piel, el colágeno aporta elasticidad y firmeza, de ahí que sea esencial para evitar la formación de líneas finas y arrugas, además de evitar la flacidez y la pérdida de volúmenes. Cada día, nuestras fibras de colágeno son agredidas, se endurecen o se destruyen, pero también son reemplazadas. La mala noticia es que, aproximadamente, a los 25 años comienza el proceso (ineludible) de la disminución en síntesis de colágeno. La producción de nuevas fibras disminuye tanto en cantidad como en calidad. Y, como consecuencia, comienzan a aparecer las primeras líneas, la pérdida de firmeza y elasticidad y, en definitiva, los signos de envejecimiento. La buena noticia es que podemos retrasar el proceso (y reducirlo) con ciertos tratamientos", asegura la doctora Gema Pérez Sevilla, cirujana maxilofacial y experta en medicina estética facial (Madrid).

Asimismo, a diferencia del ácido hialurónico, que aporta volumen de manera inmediata, los inductores de colágeno estimulan la producción propia de colágeno a lo largo del tiempo, mejorando la firmeza y calidad de la piel. "Los inductores de colágeno, que se llevan usando desde hace muchísimos años, son una solución efectiva y natural, ya que estimulan la producción propia de colágeno a través de inyecciones de hidroxiapatita de calcio", señala la Dra. Ayestarán. Este enfoque responde a un cambio en la percepción de la belleza.

Inductores de colágeno - Imagen: Grupo Zinet Media
Inductores de colágeno - Imagen: Grupo Zinet Media

Aunque no te lo creas, hay un tratamiento estético que está consiguiendo que el botox y el ácido hialurónico pasen a un segundo plano. Durante años, los rostros hiperrellenados con ácido hialurónico marcaron tendencia, pero hoy la naturalidad y la armonización facial priman sobre el volumen artificial. Las doctoras Mar Mira y Sofía Ruiz del Cueto, directoras de la Clínica Mira+Cueto (Madrid), lo confirman: "Las tendencias médico-estéticas para este 2025 están enfocadas en regenerar la piel y estimular la producción de colágeno. Una medicina estética sin huella, donde la naturalidad seguirá siendo la finalidad". Ahora bien, ¿son lo mismo los inductores y los estimuladores de colágeno? No exactamente, aunque ambos términos se utilizan a menudo de manera intercambiable. Si bien todos los inductores de colágeno son estimuladores, no todos los estimuladores son inductores.

Los inductores suelen ser tratamientos inyectables de mayor impacto en la regeneración dérmica, mientras que los estimuladores abarcan un rango más amplio de métodos y productos (son cualquier cosa que ayude a que tu piel produzca más colágeno, como cremas, sueros, masajes o tratamientos con láser). Los inductores ofrecen múltiples beneficios: no solo rellenan, sino que refuerzan la estructura de la piel. A diferencia del ácido hialurónico, los efectos no son inmediatos, sino que se desarrollan con el tiempo, ofreciendo un rejuvenecimiento más sutil y duradero. Al estimular la producción de colágeno propio, los resultados pueden durar más tiempo que los fillers. Además, ayudan a recuperar la firmeza, elasticidad y densidad cutánea perdida con los años. "Los estimuladores de colágeno son biocompatibles y bioabsorbibles, lo que los hace más seguros y con menor riesgo de reacciones alérgicas. Su aplicación mejora la textura de la piel, reduce arrugas y previene la flacidez", explica la Dra. Mar Mira.

¿Adiós al ácido hialurónico? No del todo

El auge del colágeno no significa la desaparición del ácido hialurónico, sino una evolución en su uso. Puedes empezar a tomar colágeno si quieres cuidarte por dentro y por fuera, ya que los expertos apuntan a la combinación de ambas técnicas para lograr resultados más equilibrados. "Los estimuladores de colágeno y el ácido hialurónico son complementarios. No olvidemos que el ácido hialurónico mantiene la estructura de la piel, mientras que el colágeno aporta la firmeza que se va perdiendo con el tiempo", señala la Dra. Sofía Ruiz del Cueto. De hecho, el hialurónico sigue siendo clave en la medicina estética, pero con un enfoque más refinado: menos cantidad, aplicaciones estratégicas y una mayor integración con tratamientos regenerativos.

Cuidado de la piel - Imagen: Grupo Zinet Media
Cuidado de la piel - Imagen: Grupo Zinet Media

"No hay edad para empezar o para dejar de hacerse tratamientos. Como siempre decimos, hay que analizar la piel y el problema, para proceder con el tratamiento adecuado para cada momento de la vida y cada circunstancia", indica la Dra. María José Maroto. La experta también destaca que el colágeno es esencial para la estructura de la piel y que su estimulación no solo combate el envejecimiento, sino que también ayuda a reparar el daño acumulado con el tiempo. "Actualmente, los tratamientos más demandados incluyen inductores de colágeno e hilos tensores, tanto faciales como corporales, como un apoyo a la caída que pueda ocurrir con la edad. La medicina regenerativa y los tratamientos antiflacidez son clave para mantener una piel más hidratada, más tersa y, en definitiva, más joven", añade.

En resumen, la medicina estética está entrando en una nueva era donde la prioridad es estimular los mecanismos naturales de la piel. Ya no se trata solo de rellenar, sino de reconstruir la belleza desde adentro.

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