Todas hemos pasado por esta situación alguna vez: llegas a la peluquería con la foto de Miranda Kerr y su último corte de pelo. La o el estilista te miran a la cara diciendo que puede que ese corte no te favorezca por las facciones, pero tú convencida de que Miranda tiene un aire a ti, insistes y le dices que a ti te gusta y crees que te quedará bien.
Por fin terminan con las tijeras, te secan el pelo, et voilà! Realmente no es la Kerr que tú imaginabas, de hecho no tiene nada que ver. Es aquí cuando tienes varias opciones: entrar en cólera y llorar como si no hubiese un mañana (que de poco te serviría), optar por una peluca o sacar partido al corte (si es que se puede).
La estilista senior de Barney Martin, Penny, nos da alguna de sus consejos más útiles por si alguna vez hemos estado en esta situación o de lo contrario puede que nos suceda en el futuro (esperemos que no). Además lo bueno es que sus trucos no incluyen peluca ni quedarse encerrada en casa llorando.
1. Prueba con otro peinado
Cuando salimos de la peluquería llevamos un peinado que probablemente no nos guste. Por ello la estilista nos explica que lo primero que debemos hacer es buscar un nuevo peinado. El corte seguirá siendo el mismo pero depende de cómo lo peinemos o las herramientas o productos con los que lo tratemos podemos darle una vuelta radical. Busca en el blog de belleza de Marie Claire algún consejillo.
Cambia tus productos
Lo que probablemente usabas para tu peinado anterior no es necesariamente lo que necesitas ahora. "Las herramientas y los productos son todo", dice Penny. "Invierte en buenos cepillos, como por ejemplo las cerdas de jabalí. Y para los días en los que te tengas que lavar el pelo, una buena crema humectante o aceite para cabello que hidratará y logrará que el peinado sea mucho más fácil".
Regresa a la escena del crimen
Puede que esta no te parezca la mejor de las ideas ya que decirle a tu peluquero que no te gusta en absoluto su trabajo es como tirarle un jarrón con agua fría, pero es sin duda una de las opciones más seguras para volver a cambiar de estilismo, ya que ver a alguien nuevo sería otra vez un peligro.
"Debes recordar a tu estilista que es lo que no te gusta", dice Penny, prometiendo que no se ofenderán. "De esa manera pueden aconsejar cómo modificar el estilo o modificar el corte". Mejor aún, incluso antes de salir de la peluquería por primera vez, pídele cómo te debes peinar en casa para que te favorezca.
Lúcelo con confianza
Debes asumir tu corte. Te guste o no es el que vas a tener una buena temporada hasta que te crezca, por ello lo mejor es lucirlo con la mayor confianza posible y hacer que no solo te guste a ti sino también a los demás.
