Afincados desde finales de 2020 con su familia en Marbella, Amaia Salamanca y Rosauro Varo disfrutan de una estabilidad en lo personal y un triunfo en lo profesional. El último proyecto del sevillano, un hotel de cinco estrellas en Sevilla y la creación de uno de los mayores complejos turísticos de España en Estepona, junto al grupo Pachá. Los dos han creado la sociedad Trilantic y con una inversión inicial de más de 25 millones de euros convertirán el terreno donde estaba el Laguna Villaje, quemado en un incendio en 2020, en un complejo de lujo único en España.“Le conocí en una fiesta en Ibiza. Es una persona muy atenta y me divertí muchísimo. Siempre está pendiente de que todo esté bien, si te falta algo, y muy caballeroso. Es muy divertido. Al día siguiente fuimos a otra fiesta, y después de cuatro días sin hablar con mis padres hablo con ellos y les digo: que me he enamorado. Estaba afónica perdida. Pensarían que me habían perdido”. Así relató la actriz su primer encuentro con Rosauro Varo, el que es pareja y padre de sus tres hijos, en Planeta Calleja. Ella entonces no tenía aún 24 años y ya llevan 12 años juntos.

Rosauro Varo, sevillano de 43 años, es un empresario de éxito con numerosas ramificaciones en diferentes sectores, que se estrenó en los negocios con los bares y terrazas de copas. Empezó con una fiesta de fin de año y de ahí saltó a las discotecas y bares de copas en Sevilla. Sus socios y él comenzaron a diversificar y años después ya estaban en la telefonía y en la construcción. “Monté muchos negocios que fallaron, pero aprendí una lección de cada fracaso”, comentó hace años a ABC. Hoy preside Gat Inversiones el holding a través del cual canaliza todas sus inversiones. Esfuerzo y constancia que le llevó el año pasado a ser galardonado de manera unánime con el Premio Emprendedor del Año de EY por Andalucía y Extremadura. Además, es consejero de Acciona Energía, vicepresidente y miembro del consejo de administración del grupo Prisa y miembro del consejo de administración del círculo de empresarios del Sur de España. Sin contar que ha sido miembros de otros consejos de administración como del portal financiero Invertia o El Español.

Una de las claves de su éxito es que cuida cada proyecto que realiza. Su última inversión junto a sus socios, entre los que se encuentran el torero José María Manzanares o el empresario de Sevilla Óscar Vega, es un hotel de cinco estrellas en la capital Hispalense. Hace unos años abrieron en plena avenida Reyes Católicos al lado del río y frente al puente de Triana el hotel Looby room, de cuatro estrellas. Un concepto de lujo nuevo en la ciudad, donde cada habitación es una experiencia diferente, con una decoración exquisita y que cuenta con obras del artista Balcris. Su sociedad ha comprado el edificio de al lado y con una inversión de más de cinco millones de euros van a convertir el cuatro estrellas en uno superior de cinco estrellas. Una incorporación de un nuevo hotel de lujo cinco estrellas a la ciudad en una ubicación inmejorable.

Si cuida de sus negocios con mimo, su principal tesoro es su familia. Rosauro y Amaia tienen tres hijos Olivia, Nacho y Mateo. Durante años estaban instalados en Madrid en una impresionante casa que se construyeron en la Moraleja, a las afueras de Madrid. Pero a finales de 2020 la familia hizo las maletas y se mudó a Marbella. Lo hicieron después de un verano difícil pues uno de sus chiringuitos, el Puro Beach, en Estepona, quedó reducido a cenizas tras un incendio. Era uno de los más exclusivos de la oferta de la Costa del Sol, con piscina, chillo ut y restaurante. Ahora junto al grupo Pachá se ha asociado para crear en Estepona uno de los mayores complejos turísticos de lujo de España. Cuenta con una inversión de 25 millones de euros.En Marbella viven en una de las zonas más exclusivas, Guadalmina. La compraron hace poco más de cuatro años y tiene una superficie de 644 metros cuadrados repartidos en dos plantas. Con patio, cinco dormitorios, cocina salón comedor, piscina y gimnasio. Una vivienda con impresionantes vistas a la sierra malagueña que, según publicó El Confidencial, está tasada en más de millón y medio de euros.