Laura Valenzuela, que hoy, 18 de febrero, cumple 90 años, fue la primera presentadora de la televisión en nuestro país. Cuando apenas nadie sabía lo que era la pequeña pantalla, ella surgió en esa caja mágica para divertir y entretener a los españoles. Por aquel entonces, y hablamos de 1954, donde no existían los canales, la parrilla o el zapping, una jovencita rubia y guapa cautivó a todos realizando un trabajo que hasta ahora nadie había hecho. Lo hizo con maestría y desenvoltura, tanta, que con el paso de los años no se quedó obsoleta y siguió demostrando su valía hasta que su marido, José Luis Dibildos, le pidió que cuidara de la familia y la retiró de la primera línea. Pero a Laura Valenzuela no se la olvidó, ni mucho menos, y volvió a aparecer en diferentes ocasiones en esa televisión que la hizo querida y famosa.
Fue José Luis Ozores el responsable de que Laura comenzara a ejercer este trabajo, diciéndole que se presentara a un casting que tenía lugar en unas oficinas del Paseo de la Habana, en Madrid, y allí, llena de nervios e ilusiones, la sevillana tuvo su primer contacto con el medio. Se colocó delante de la cámara y presentó a un bailaor, fue tan espontanea que incluso cuando al invitado se le quedó atrapado un tacón supo improvisar perfectamente. “Es una presentadora natural y fresca que causaba admiración”, dicen compañeros de entonces, afirmando que tenía un don innato para ponerse delante de una cámara, convenciendo a un público que la veía como una amiga por lo cercana que se mostraba.
Laura Valenzuela también tuvo el privilegio de compartir aquellos años de sus inicios con otro maestro, Joaquín Prat, formando una de las parejas televisivas más queridas. Lo hacían casi todo, estaban en las galas de los sábados y donde hicieran falta, llegando la gente hasta a pensar que eran pareja, pero no se dio esa circunstancia y lo que si fueron es grandes amigos. Cuando Joaquín falleció, en 1995, para Laura fue muy doloroso. Cabe destacar uno de sus grandes trabajos, cuando presentó el Festival de Eurovisión del año 1969, justo el siguiente a la victoria de Massiel. Ejerciendo su papel de forma ejemplar se manejo en varios idiomas y ofreció una imagen de moderna de nuestro país.
Compañeros y amigos
Se llegó a pensar que Laura Valenzuela y Joaquín Prat estaban enamorados, pero no era así, siempre se llevaron de maravilla y la veterana presentadora lo pasó muy mal cuando Joaquín murió.
La cámara la adoraba
Todos los que vivieron los comienzos de la televisión dicen que Laura es un fenómeno irrepetible, desde el principio supo lo que tenía que hacer con una tremenda espontaneidad y un carisma desbordante.
Enamorada de José Luis Dibildos
Solo su amor por José Luis Dibildos consiguió que la querida presentadora abandonara la televisión, pues el famoso productor, con quien había mantenido un noviazgo de 13 años, le pidió que se casara y ella aceptó, aunque Laura tuvo que dejar su trabajo por deseo expreso de su marido, algo a lo que no hizo ningún reparo, decidiendo dedicarse por completo a su esposo y a su hija Lara Dibildos.
Regreso televisivo
17 años después de que Laura dejara la televisión, volvió con el programa ‘Mañanas de primera’, acompañada, entre otras colaboradoras de su hija Lara, la condición que puso su marido es que el sería su representante.
Pregonera
En 2010, la carismática presentadora fue pregonera de las fiestas del Distrito Centro de Madrid, en este tipo de eventos siempre era muy requerida y a ella le costaba decir que no.
Feliz con sus nietos
Laura Valenzuela tiene dos nietos, Fran, nacido de la relación de su hija Lara con el exjugador de baloncesto Fran Murcia, y Álvaro, fruto de su noviazgo con el jinete Álvaro Muñoz Escassi.
Su hija su mejor amiga
Para Laura su familia es lo más importante, tiene los cuidaos de su hija Lara Dibildos y los mimos y cariño de sus nietos y de todos los que la rodean.
