Aunque durante años muchas fueron las mujeres que pensaron que tenían que esconder sus sentimientos y problemas tras convertirse en madres, avergonzadas en muchos casos, cada vez son más las famosas que luchan por dar voz y visibilidad a un trastorno que afecta a miles de recientes mamás. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) una de cada seis mujeres sufre depresión posparto después de dar a luz.
Tristeza profunda, cambios de humor repentino, problemas de sueño, trastornos alimenticios, llanto continuo, rechazo hacia el bebé, sensación de no ser una buena madre… Estos son solo algunos de los síntomas que provoca la depresión posparto en la mujer, que puede llegar incluso, en casos más extremos, a pensar en el suicidio y la autolesión.
Durante muchos años, la vergüenza y rabia que se siente al no comprender por qué no se está disfrutando de lo que debería ser la mejor experiencia de sus vidas ha llevado a las mujeres a ocultar estos síntomas y no pedir ayuda a tiempo. Sin una causa concreta clara, parece que el cambio de hormonas tras el parto, algunos problemas emocionales como la falta de sueño o el nerviosismo, y otros problemas añadidos individuales, como problemas económicos, familiares o mentales pueden alentar la aparición de una depresión posparto.
Cada vez son más las famosas, nacionales e internacionales, las que han hablado públicamente de la depresión posparto asegurando haberla vivido en primera persona, aportando datos claros de sus sentimientos y de cómo consiguieron ganar la batalla. Una gran manera de darle visibilidad y normalidad a este trastorno, de la que nadie está libre. Drew Barrymore, Céline Dion, Gwyneth Paltrow o Sara Sálamo, una de las últimas en dar visibilidad a este trastorno, han querido ayudar con sus testimonios a otras mujeres a las que animan a encontrar su problema y pedir ayuda.
Descubrimos a 10 famosas que lejos de ocultarse y avergonzarse de haber sufrido depresión posparto han hablado públicamente sobre su trastorno y han dado visibilidad a esta situación que afecta a muchas más mujeres tras dar a la luz de las que nos imaginamos.
Adele
Tal y como ella misma confesó, tras dar a luz a su hijo Angelo en 2012 se sintió completamente desbordada. Años después, confesó “me sentía como si hubiese tomado la peor decisión de mi vida”
Brooke Shields
La actriz fue una de las primeras celebrities que habló públicamente de la depresión posparto. “Por fin tenía una niña sana y no podía ni mirarla. No podía cogerla, ni cantarle y no podía sonreír. Todo lo que quería era desaparecer. Pensé que mi hija estaría mejor sin mí, sentía que la vida ya no sería mejor”. Brooke llegó a escribir un libro sobre esa etapa de su vida, Down came the rain: My journey through Postpartum Depression y produjo un documental sobre estos sentimientos, When the bough breaks.
Sara Sálamo
Hace unas semanas, la actriz aprovechaba su presencia en un programa de televisión para hablar sin tapujos de la depresión posparto que sufrió tras el nacimiento de su primer hijo, Theo, en 2019: “lloraba al pensar que no me había despedido de mi antiguo yo. “
Gwyneth Paltrow
Ya han pasado 12 años desde el nacimiento de Moses, es segundo hijo que Gwyneth Paltrow tuvo con Chris Martin. Y precisamente fue el cantante quien, unos meses después del nacimiento de su hijo decidió abrir los ojos a la actriz y al problema: “Después de cuatro meses, Chris vino y me dijo: 'Algo va mal'. Yo le decía que no, que estaba bien, pero Chris se daba cuenta de que no estaba todo como siempre y, de pronto, estalló esa burbuja en mí. Hay diferentes matices, por eso creo que es tan importante que las mujeres hablen de ello. Mi caso fue un momento muy difícil. Me sentí como un fracaso”
Céline Dion
En octubre de 2010 nacían los deseadísimos gemelos de Céline Dion, Eddy y Nelson. Tiempo después, la cantante confesó que tras este segundo parto sintió “ganas de llorar sin razón alguna y una gran fatiga”. “Primero, un momento de tremenda felicidad, al siguiente, una sensación de fatiga total. Lloraba sin razón, hasta que tuve que buscar ayudar”
Drew Barrymore
Madre de dos niñas, Olive y Frankie, Drew Barrymore ha confesado que sufrió depresión posparto tras el nacimiento de su hija pequeña, algo que al principio ni entendió: “Yo no tuve depresión la primera vez, y me sentía muy bien, pero en mi segundo parto pensé, ahora entiendo lo que dice la gente… Es muy abrumador cuando tienes el segundo hijo, es como estar en una nube”
Chrissy Teigen
La mujer de John Legend, conocida por su lucha para normalizar la maternidad, confesó su trastorno tras convertirse en madre: “tenía todo lo que necesitaba para ser feliz, pero la mayor parte del año me sentía infeliz”. Además Teigen ha señalado: “estaba muy cansada de ese dolor, de dormir en el sillón, de despertarme por la noche, de vomitar, de desahogarme injustamente con los demás, de no ver a mis amigos, de no tener energía para pasear a mi bebé. Cuando mi médico me diagnosticó, me eché a llorar. Me sentí egoísta, rara. Nadie debería sentirse avergonzado a solo por esto”
Courteney Cox
La actriz de Friends ha confesado que en su caso, la depresión no apareció inmediatamente después del nacimiento de su hija Coco en junio de 2004. Courteney empezó a encontrarse mal seis meses después de haber dado a luz: “no podía dormir, tenía taquicardia y me sentía muy deprimida. Cuando fui al médico descubrí que mis hormonas se habían desplomado”
Hayden Panettiere
La actriz dio a luz a su hija Kaya en diciembre de 2014, una fecha que cambio su vida para siempre y tras la que sufrió una complicada depresión posparto que la obligó a ingresar durante diez meses en un reconocido centro médico para superar este oscuro momento
Alanis Morissette
Madre de tres hijos, Alanis Morissette no dudó en confesar que sufrió depresión posparto tras sus dos primeros partos. La cantante aseguró que tras el nacimiento de su primer hijo “tenía síntomas que no comprendía como dolor físico, insomnio, letargo y visiones horribles de mi familia siendo lastimada.” Y añade, “tardaron 16 meses en diagnosticarme que padecía depresión posparto”. Algo que no pudo tampoco evitar tras el nacimiento de su segunda hija, cuando confesó que su depresión fue cuatro veces peor que la primera vez.