¿Cuál fue la influencia de Grace Kelly en el mundo de la moda?

Grace Kelly está considerada una de las actrices más relevantes del siglo pasado y una de las musas del director Alfred Hitchcock tras participar en varias de sus películas. Aunque fue en 1956, al contraer matrimonio con el príncipe Rainiero III de Mónaco, cuando se convirtió en icono eterno de estilo, aportando grandes evidencias del glamour del Hollywood de los años 50.

Su imagen más recordada

El día de su enlace la princesa lució un vestido con cuerpo de encaje y perlas y una falda de seda con cintura ceñida y gran volumen, siguiendo el New Look de Dior, diseñado por Helen Rose. Sin duda, uno de los vestidos nupciales que han servido de mayor fuente de inspiración para las novias y una de sus imágenes más recordadas entre el gran público a lo largo de las décadas posteriores. Sin ir más lejos, la supermodelo Miranda Kerr lució, 61 años después, un diseño de María Grazia Chiuri para Dior, con un velo sujeto por una diadema de flores (velo Julieta) inspirado en el que llevaba la princesa el día que contrajo matrimonio.

Claves contemporáneas de estilo

La princesa aportó claves de moda que siguen funcionando en la actualidad. Grace transitó con gran versatilidad entre la formalidad de los eventos y la comodidad de las apariciones de su vida privada, con prendas amplias y camisas usadas como vestidos camiseros. Un estilo desenfadado que destacaba por sus grandes dosis de elegancia.

En los años 70 generó una evolución estilística acorde a la época, haciendo uso de vestidos estampados con turbantes a juego, muy propios de diseñadores como Emilio Pucci. El estilo formal de la princesa ha dejado imágenes muy recordadas gracias a la importancia histórica de los actos y las claves de estilos que adoptó a lo largo de las diferentes épocas de su vida. Entre sus apariciones más memorables podemos destacar sus looks de corte arquitectónico, característicos de Cristobal Balenciaga en los años 50 y 60, la recepción en la Casa Blanca ataviada con un vestido y torera a juego de Givenchy o su impactante aparición con el príncipe Carlos y la princesa Diana en la ópera de Londres vestida por Yves Saint Laurent con un diseño de mangas abullonadas de estilo suntuoso.

Grace como icono de las firmas

Muchas han sido las marcas que han hecho uso de la imagen de la princesa como fuente de inspiración. De esta forma, Gucci creó para ella el primer pañuelo con el estampado “Flora” creado por el artista Vittorio Accornero. Además su nieta, Carlota Casiraghi, posó en 2013 con el reconocido pañuelo para la nueva campaña de la firma. Por su parte, Hermès renombró uno de sus bolsos más icónicos con el nombre Kelly debido a las sucesivas apariciones de Grace con el mismo.

Las herederas: Carolina de Mónaco y Carlota Casiraghi

Carolina de Mónaco es la hija mayor de Grace Kelly y, desde siempre, fraguó un idilio con el mundo de la moda. Su estilo ha evolucionado a lo largo de los años, generando una dualidad entre sus apariciones en actos oficiales y su vida privada. En ambos casos, ha mantenido grandes dosis de estilo que recordaba a su madre gracias a las combinaciones y el estilo casual sin perder un ápice de glamour.

Carlota Casiraghi, hija de Carolina de Mónaco y nieta de Grace Kelly, es una de las grandes esperadas en todas las alfombras rojas, gracias a su estilo trendy y a su toque personal. La nieta de Grace se ha convertido en embajadora de firmas de lujo como Gucci o Chanel. Sus apariciones privadas siguen un estilo de streetstyle con aires confortables y uso de prendas amplias y deportivas. En los acontecimientos ha sabido adaptarse a la etiqueta requerida, generando en diversas ocasiones una miscelánea en el uso de complementos.