Bárbara Rey siempre ha sido una mujer a la que le ha gustado cuidarse y, a sus 70 años, sigue igual de presumida que siempre. La actriz se ha sometido a una operación en la clínica estética de moda de Madrid, Livet, para ponerse un balón gástrico. Confiesa que ha dado el paso porque siente que en los últimos años se ha descuidado “en cuanto dejas de controlar el peso coges un kilo, luego dos, y cuando te vas a dar cuenta has cogido ocho o diez y eso cuesta mucho trabajo quitarlo. Pero una de sus principales dificultades para perder peso es que es “de muy buen comer” y se le hacía muy cuesta arriba hacer un régimen. “Disfruto comiendo, hay otra gente que disfruta con otras cosas, yo disfruto comiendo, a mí me da mucha vitalidad y mucha alegría”. Subraya que lo importante es tener salud y ser feliz “porque lo demás poco a poco se encarga la vida”.
Satisfecha con su operación se dispone a disfrutar del resultado hasta dentro de unos cuatro meses, cuando se enfrentará a lo que considera un problema “mantenerte posteriormente cuando ya finaliza”.
La vedette no quiere catalogarla de “operación bikini” y la describe como “operación para estar yo a gusto, para sentirme cómoda con mi ropa, con el estilo que me gusta llevar”. Le alegra verse bien y lo considera mucho más importante que lucirse en la playa, que confiesa que no le hace gracia “estar por ahí y que me esté sacando fotos quien quiera”.
Aún no se lo ha contado a Ángel Cristo, su hijo, quien dice que “tiene ya una edad y no puede seguir haciendo disparates”. Pero a Bárbara no parece importarle “porque además esto es para cualquier persona de cualquier edad”. Sofía Cristo si que conoce la intervención a la que se ha sometido, a la que se lo contaba la misma porque “es más echada para adelante”. Su madre comenta que la Dj tiene otro tipo de vida distinto al de su hermano y que tiene mucho trabajo, aun no se plantea ser madre.
Pese a que su trabajo se centra mayormente en la televisión, la actriz tiene muchas ganas de volver al teatro y quiere expandirse profesionalmente dando el paso a convertirse en productora. “Se que no tengo ni idea, pero es algo que a mí me hubiera gustado hacer siempre y que no he hecho”. No cabe duda de lo ilusionada que está con su decisión y de que ya ha comenzado a darle vueltas a su primera producción teatral: “hay una obra de teatro que me encanta, pero que se está haciendo. Yo la hare algún día”.
Su corazón está “completamente lleno” con sus hijos y su primera nieta, con la que se le cae la baba “es muy simpática, muy risueña, con gran vitalidad y muy bonita”. No se plantea enamorarse, pero no cierra las puertas al amor “tengas la edad que tengas los sentimientos son iguales. Es otra historia, cada etapa tiene lo suyo, pero lo que es a nivel de sentimientos y de corazón yo creo que es exactamente igual”.
Hablando de amor y de diferencia de edad, ha opinado sobre la ruptura de María Teresa Campos y su amigo Edmundo, con el cual ha compartido trabajo en varias ocasiones. “Siempre que le he escuchado hablar de Teresa le he escuchado hablar estupendamente”. “Yo lo que quiero que sean felices y que traten de llevar las cosas lo mejor posible tanto si están como si no” concluía.
