Ahora que el maldito coronavirus , le tendrá siempre en su memoria porque fue quien, sin dudarlo, se hizo cargo del viaje de vuelta España de la que entonces era su esposa, la cantante Rocío Jurado, que se encontraba en Estados Unidos tratándose del cáncer que padecía.
A muchos les vendrá a la memoria los grandes complejos inmobiliarios que ha construido a lo largo de su historia y los problemas que algunas de estas urbanizaciones supusieron para el empresario. Sin embargo otros, incluido José Ortega Cano, le tendrá siempre en su memoria porque fue quien, sin dudarlo, se hizo cargo del viaje de vuelta España de la que entonces era su esposa, la cantante Rocío Jurado, que se encontraba en Estados Unidos tratándose del cáncer que padecía.


‘Paco el Pocero’, que de la nada pasó a ser multimillonario, puso a la disposición de Rocío Jurado su avión privado para que fuera medicalizado y de este modo la intérprete, a quien le quedaba poco tiempo de vida, regresara a nuestro país.
La cantante, que tenía un cáncer de páncreas muy agresivo, había viajado a Houston para recibir tratamiento, permaneciendo en un principio allí varias semanas. Una vez finalizado volvió a España, pero tuvo que regresar a Estados Unidos en varias ocasiones para las revisiones. Precisamente, en la última que le hicieron, en el Centro Oncológico MD Anderson de dicha ciudad norteamericana, se le complicó la patología y tuvo que someterse a una nueva intervención, una pequeña cirugía de la que pareció recuperarse y fue autorizada, de nuevo, a volver a casa. Es ahí cuando Francisco Hernando se ofrece a ayudarla.
La cantante, que tenía un cáncer de páncreas muy agresivo, había viajado a Houston para recibir tratamiento, permaneciendo en un principio allí varias semanas. Una vez finalizado volvió a España, pero tuvo que regresar a Estados Unidos en varias ocasiones para las revisiones. Precisamente, en la última que le hicieron, en el Centro Oncológico MD Anderson de dicha ciudad norteamericana, se le complicó la patología y tuvo que someterse a una nueva intervención, una pequeña cirugía de la que pareció recuperarse y fue autorizada, de nuevo, a volver a casa. Es ahí cuando Francisco Hernando se ofrece a ayudarla.


Así, el 23 de marzo de 2006, Rocío partía del aeropuerto William P. Hobby de Houston en el avión privado de ‘Paco el Pocero’, habilitado con todo lo necesario para el traslado, aterrizando el día siguiente, sobre las 07:00 de la mañana, en el aeropuerto de Torrejón, siendo trasladada en una UVI móvil hasta el Hospital Montepríncipe de Madrid donde fue ingresada. Allí, según contó entonces su hermano Amador Mohedano, fue sometida a una revisión antes de que los doctores autorizaran el regreso a su hogar.
El cáncer que padecía Rocío Jurado
no le dio tregua y finalmente acabó con su vida, muriendo el 1 de junio de 2006, a pesar de todo lo que sus amigos y los de su marido, José Ortega Cano, hicieron por ella de manera altruista y humanitaria. Aquel mismo verano, y para dar ánimos al torero y a sus hijos, Gloria Camila y José Fernando, ´El Pocero` les invitó a pasar unos días con él en su barco, el ´Clarena`, en Mallorca.
El cáncer que padecía Rocío Jurado
no le dio tregua y finalmente acabó con su vida, muriendo el 1 de junio de 2006, a pesar de todo lo que sus amigos y los de su marido, José Ortega Cano, hicieron por ella de manera altruista y humanitaria. Aquel mismo verano, y para dar ánimos al torero y a sus hijos, Gloria Camila y José Fernando, ´El Pocero` les invitó a pasar unos días con él en su barco, el ´Clarena`, en Mallorca.

Hoy, y debido al terrible COVID-19, aquel hombre que dispuso todo para que la cantante regresara a España para pasar sus últimos días de vida junto a los suyos, ha muerto por coronavirus, tenía 74 años.
Al parecer, Francisco Hernando fue ingresado en la clínica Quirón de Madrid el pasado lunes, 30 de marzo, pero según cuenta su familia, llevaba enfermo varios días en su domicilio y no quería ser trasladado a un centro médico para no ocupar una cama y morir con su gente alrededor. Sin embargo, al empeorar bastante, los familiares decidieron llevarle a la clínica donde finalmente ha muerto.
Al parecer, Francisco Hernando fue ingresado en la clínica Quirón de Madrid el pasado lunes, 30 de marzo, pero según cuenta su familia, llevaba enfermo varios días en su domicilio y no quería ser trasladado a un centro médico para no ocupar una cama y morir con su gente alrededor. Sin embargo, al empeorar bastante, los familiares decidieron llevarle a la clínica donde finalmente ha muerto.