Después de la tormenta llega la calma, o al menos eso dicen. Así parece haber ocurrido en el clan Aveiro. Desde hace algún tiempo, los rumores sobre la mala relación entre Georgina y Dolores Aveiro, madre de Cristiano Ronaldo no dejaron de sonar. Y cada vez con más fuerza. Parece ser que todo se ha solucionado y que ya gozan de una buena sintonía, tal y como ha dado a conocer el digital LOOK.
El hermano del futbolista ha sido el responsable de esta ansiedad reconciliación. Desde el pasado verano, la modelo y Dolores llevaban prácticamente sin hablarse, aunque de cara a la esfera pública sí que habían tenido alguna muestra de acercamiento al felicitarse sus cumpleaños, que tuvieron lugar el 31 de diciembre y el 27 de enero respectivamente. Ha sido el 18 de febrero cuando se obró el milagro entre ambas. Movimiento con el que confirman que las aguas han vuelto a su cauce, al menos, por ahora.

Dolores Aveiro llegó a Riad, Arabia Saudí, el pasado 15 de febrero, aunque tenía previsto viajar antes, para así coincidir con el cumpleaños del deportista, no pudo ser. Un problema con el visado retrasó el esperado encuentro. Finalmente, pudo desplazarse junto a su pareja Andrade, el expolicía con el que comparte su vida desde hace años y su hijo mayor Hugo. Aunque la matriarca no lo sabía, la visita de su primogénito tenía un claro objetivo. Según fuentes del mencionado digital, Cristiano le pidió a su hermano que mediara entre su madre y la que considera su mujer, pues por todos es sabido lo familiar que es el exjugador del Real Madrid.
Lo mismo ocurrió durante el marco del Mundial de Qatar, que tuvo lugar el pasado mes de diciembre, cuando se lo pidió a su hermana Katia. Una forma de acercar posturas para que la familia goce de una buena armonía y deje a un lado las diferencias. Es necesario recordar que, junto a la exconcursante de Supervivientes, Hugo es el miembro de los Aveiro más cercano a Georgina y por eso le encomendó esta misión para poder arreglar los enfrentamientos entre ambas mujeres. Unos enfrentamientos que parecen que han llegado a su fin.

Nada más llegar a Riad, Dolores Aveiro se trasladó al lujoso Hotel Four Seasons donde tiene su residencia Cristiano. Allí tuvo la oportunidad de reencontrarse con su nieto mayor, Cristiano Jr. Pero ni rastro de la modelo y el resto de los hijos de la pareja. Durante varios días, Dolores vio a su hijo y a su nieto, también estuvo presente en esas quedadas Hugo, para poder activar el plan para un acercamiento con la influencer. El viernes fue la primera toma de contacto y tanto suegra como nuera demostraron estar dispuestas a dar un paso más en la armonía familiar. La primera comida todos juntos se dio el viernes en la casa que el exmadridista ha alquilado en la capital saudí, pero aún faltaba la reconciliación de cara a la galería.
LOOK ha contado que el sábado Georgina prefirió no ir al campo a ver jugar a Cristiano, pero que sí lo hicieron Dolores y los demás miembros. Por la noche, cenaron todos juntos en familia en un conocido restaurante de comida europea. La velada transcurrió con normalidad y cordialidad después de los esfuerzos de Cristiano y Hugo para poder estar todos en la misma mesa.
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Sin embargo, Georgina, que siempre está muy activa en sus redes sociales no ha dado a conocer nada públicamente sobre este encuentro. La última estampa familiar en las redes sociales de la maniquí corresponde a una fotografía en la que aparece el futbolista junto a su hija pequeña, Bella Esmeralda. “Bella Esmeralda. Esa mirada tan fuerte y delicada que te ha dado Dios… Os amo”, escribía en el post al que no dudaba en responder Cristiano. “Igual que papá. Mi amor”.