En los años 80, uno de los matrimonios que más acaparó la atención de los medios fue el de Carlos Falcó e Isabel Preysler. Él, un aristócrata y empresario agrario, y ella considerada la reina de corazones y una de las mujeres más bellas de la sociedad española en el momento, que había estado casada con Julio Iglesias. Fue la propia Isabel quien explicó en sus memorias en la revista Hola cómo fue ese primer encuentro. “Empecé a salir con un grupo de amigos. Un día me invitaron a una sesión privada de la película Fiebre del Sábado Noche. Estábamos unas veinte personas y, entre ellas, Carlos Falcó, con quien coincidí poco después en una cena. Cuando entré en la casa vi la sorpresa pintada en el rostro de Carlos. Sonreímos divertidos por la coincidencia, no se separó de mí en toda la noche. Hablamos, entre otras cosas, del Safari Park, le comenté que a mis hijos les encantaban los animales y prometió enviarme una invitación y un plano. Una semana más tarde me invitó a visitar su Safari Park. Tuvimos tiempo de charlar largo y tendido. Descubrí que lo que más me gustaba de él era su sentido del humor, su refinada educación y su cortesía. Empezamos a vernos con más frecuencia. Un buen día, al llegar a casa, comprendí que entre los dos había nacido una atracción mayor. Entonces le dije que debíamos andar con cuidado, porque a mí me seguía la prensa a cualquier sitio que fuera”.
El domingo 23 de marzo de 1980 se casaban por la iglesia en la capilla de la finca familiar de `Casa de Vacas´, en Malpica de Tajo, en Toledo. Esto fue después de que ella consiguiese la nulidad de su anterior matrimonio con Julio Iglesias por parte del Tribunal Eclesiástico de Brooklyn, en Nueva York, famoso por su rapidez. De su unión nació su única hija, Tamara, que les llenó de felicidad. Sin embargo, su llegada al mundo no fue suficiente para hacer que su matrimonio funcionase y anunciaban su separación en 1985. Cada uno de ellos rehacía su vida sentimental poco después, ella con el exministro Miguel Boyer, y él con Fátima de la Cierva, 22 años más joven que él, y con quien tuvo a su hijo menor, Duarte, y su hija, Aldara, la menor del clan Falcó.
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Una familia feliz
Durante cinco años, Carlos Falcó e Isabel Preysler formaron una familia feliz junto a su pequeña, Tamara, una niña muy risueña, que hizo muy felices a sus famosos papás.
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Vida social
A Isabel Preysler le gustaba acudir a fiestas y tener una activa vida social. Carlos Falcó, sin embargo, prefería una vida en el campo, pero acompaña en ocasiones a su esposa a este tipo de actos.
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La niña de sus ojos
Tamara fue la niña de los ojos del marqués de Griñón. En cada imagen junto a ella se le veía el brillo en los ojos. Su relación era fabulosa, tanto que trabajaron juntos en la finca que tenía a las afueras de Madrid.
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Nacimiento de Tamara
La llegada al mundo de Tamara Falcó el 20 de noviembre de 1981 supuso un gran acontecimiento para el matrimonio, que hizo realidad uno de sus grandes sueños.
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De fiesta
Isabel Preysler era famosa por su matrimonio con Julio Iglesias cuando se casó con el aristócrata Carlos Falcó. A ella le gustaba salir de fiesta y su marido la acompañaba para complacerla, aunque fue una etapa muy tranquila en la vida de la reina de corazones.
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En la Jet-set
En la década de los 80, Isabel Preysler y Carlos Falcó formaban parte de la Jet-set. Acapararon numerosas portadas de revistas, pues su matrimonio llamaba la atención del público que quería saber más sobre ellos.
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Tercera hija del marqués
Tamara fue la tercera hija del marqués de Griñón, quien tuvo anteriormente otros dos hijos de su primer matrimonio, Xandra y Manuel. Por su parte, era la cuarta para Isabel, quien ya era madre de Chábeli, Julio José y Enrique.
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La pareja del momento
El interés mediático que despertaban Isabel Preysler y el marqués de Griñón era máximo, por lo que eran invitados a las grandes fiestas celebradas en España, donde ella mostraba su glamur y elegancia.
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De tal palo, tal astilla
Tamara estuvo muy unido a su padre durante años y trabajó con él en la finca, en la que organizaban acontecimientos sociales. Fue tras la boda del marqués con Esther Doña, cuando su relación empezó a deteriorarse.
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Muy orgulloso de Tamara
El carácter abierto de Tamara hace que sea muy querida y su padre se sentía muy orgulloso de ella, pues había conseguido labrarse un futuro y ganar el concurso `Masterchef Celebrity´, donde demostró sus cualidades entre fogones.