Las piscinas naturales son una opción fascinante para quienes buscan una experiencia única en contacto con la naturaleza durante el verano. Estos lugares mágicos, formados por la propia geografía del entorno, ofrecen una alternativa refrescante y mucho más relajante que las piscinas convencionales. En España, tenemos la suerte de contar con cientos de piscinas naturales que se encuentran en entornos naturales impresionantes, rodeadas de vegetación, formaciones rocosas y paisajes únicos.

A diferencia de las piscinas tradicionales, que requieren de productos químicos para su mantenimiento, las piscinas naturales se abastecen de agua proveniente de manantiales, ríos o lagos. Es decir, que el agua es pura y libre de sustancias químicas, lo que brinda una sensación más natural durante el baño.
Estas piscinas naturales a las que también podríamos llamar refugios de paz y tranquilidad, se ubican en un entorno natural y sereno que permite desconectar del bullicio y el estrés de la vida diaria. Eso sí, tendremos que sacar nuestro lado aventurero para acceder a muchas de ellas, pues se localizan en en parajes apartados y requieren cierta exploración para llegar hasta ellas, pero la recompensa merece la pena.
Piscinas naturales españolas espectaculares
1. Cueva del Gato (Málaga, Anf¡dalucía)
Se ubica en el pueblo de Benaoján y se encuentra dentro de una cueva y ofrece aguas cristalinas rodeadas de impresionantes formaciones rocosas. Esta piscina natural se forma a partir del cauce del río Guadiaro, que atraviesa una cueva de roca caliza y crea un impresionante escenario. El agua que fluye por la cueva es de color turquesa y cristalina, lo que la convierte en un lugar muy popular para nadar y disfrutar de la belleza natural.
2. Cascadas de Oneta (Asturias)
Es un conjunto de cascadas impresionantes que forman parte de un entorno natural mágico y encantador ubicado en Villayón. Para llegar a ellas, debemos caminar por un sendero a través de un frondoso bosque. A medida que avanzas, te encontrarás con varias cascadas, siendo la más conocida y espectacular la conocida como ‘La Cascada del Molino’. Esta cascada tiene una caída de agua de varios metros de altura y está rodeada de una exuberante vegetación.

3. Pozas de Melque (Cáceres, Extremadura)
Están situadas en el Parque Nacional de Monfragüe, una reserva natural reconocida por su belleza y biodiversidad. Se forman gracias al río Almonte, que crea pequeñas cascadas y piscinas de aguas claras y frescas. Son un lugar perfecto para nadar, disfrutar del entorno natural y relajarse en un ambiente tranquilo. Además, el paisaje que rodea las pozas es espectacular, con impresionantes acantilados y vegetación exuberante.
4. Charco Azul (La Palma, Islas Canarias)
Es conocido por sus aguas turquesas, entorno selvático e impresionante belleza. Se encuentra en el municipio de San Andrés y Sauces, en la parte noreste de la isla. La piscina está rodeada de exuberante vegetación y cascadas, lo que crea un ambiente mágico y único. Además de nadar en el Charco Azul, también se puede disfrutar de senderos naturales que llevan a miradores cercanos con vistas panorámicas del océano y los acantilados
5. Charco del Cura (El Hierro, Islas Canarias)
Se trata de un estanque situado en el municipio de La Frontera, en la parte occidental de la isla de origen volcánico con aguas cristalinas y un impresionante paisaje costero. Es un lugar ideal para practicar snorkel y disfrutar de la biodiversidad marina. Ofrece aguas tranquilas y cristalinas, ideales para darse un baño y disfrutar de un entorno natural impresionante. También cuenta con zonas de solárium y acceso a través de pasarelas de madera.

6. Garganta de la Eliza (Ávila, Castilla y León)
Una piscina natural formada por el río Arenal en la localidad de Pedro Bernardo. Este lugar destaca por sus aguas turquesas y su entorno montañoso, creando un ambiente único para nadar y relajarse. Es todo un lujo situada en uno de los pueblos más bonitos del Valle del Tiétar y es conocida como el Balcón del Tiétar, un lugar para disfrutar del lugar y su entorno.