Alexandra Pereira (Vigo, 1988) abrió su blog en 2009 y desde ese momento no ha parado de trabajar en el mundo de la moda. Su forma de vestir ha cautivado a millones de personas a lo largo de los últimos años y hoy en día es una de las influencers más reconocidas a nivel mundial.
Charlamos con ella sobre cómo ha cambiado su trabajo y las redes sociales desde que empezó, cómo está viviendo la maternidad, y mucho más.

Ahora tu familia y tú estáis viviendo en Dubái.
Sí, hace un año nos mudamos ahí. Antes habíamos vivido dos años en París y la experiencia a nivel profesional fue increíble. Dubái siempre estuvo en nuestro punto de mira por muchas razones. Ghassan, mi marido, tiene familia ahí, conocemos a muchas personas que viven en Dubái y sabemos cómo es su estilo de vida. Vivir ahí es muy cómodo, sobre todo para las familias. Así que nos lo planteamos y nos lanzamos.
Llevamos un año y estamos muy contentos. No es una ciudad en la que me veo envejeciendo, pero sí me parece una muy buena idea para los primeros años de mi hijo.

¿Cómo ha cambiado tu vida desde que eres madre?
En muchos sentidos. No quiero decorar la maternidad: cada uno la experimenta de una forma diferente. A mí me ha afectado tener un hijo de varias formas. Nosotros tenemos la suerte de tener ayuda, pero aún así sigue siendo agotador tener un niño [ríe].
Admiro mucho a las mamás que tienen más de un hijo. Es algo que cambia tus prioridades y tu forma de ver las cosas. Yo siempre he sido una persona muy sensata y con los pies en la tierra, así que en este sentido no he notado un cambio brusco, pero ahora cuando tomo una decisión, mi hijo está siempre primero en la ecuación.

¿Te afecta el hecho de tener tantos seguidores en el día a día?
Si lo pensara mucho, creo que me costaría compartir todo lo que comparto. Voy un poco sobre la marcha, no me da tiempo a pensarlo. Estoy compartiendo cosas cada minuto, si me parase en pensar en la cantidad de las personas que ven mi contenido, sí, sería algo abrumador.
Hay una responsabilidad muy grande y es algo que siempre tengo muy presente. Por ejemplo, cada vez que reviso un vídeo de YouTube –este canal me ha acercado mucho a mis seguidores en el último año–, siempre le pido a mi editora que quite o cambie algo porque yo soy muy natural en mis vídeos y no quiero ofender a nadie. Tengo un humor negro, hago bromas peculiares, y hay gente que lo entiende y otra que no. Tengo que tener mucho cuidado con no decir algo que se salga mínimamente del tiesto y para mí es una presión diaria. No la externalizo, no hablo de ella... No es fácil.

Fotos Ximena y Sergio estilismo José Lupa.
¿Cómo ha cambiado tu trabajo en los últimos años?
Empecé en 2009 y la evolución ha sido brutal. He vivido todas las etapas de este trabajo y no me arrepiento de nada. Pasamos de un formato de foto, donde todo tenía que ser perfecto y medido, a lo que tenemos ahora.
Hoy en día, si enseñas una casa desordenada, si dices que te ha salido un grano o si te sinceras sobre algún problema, mejor. La gente quiere realidad. Hace 15 años esto era inconcebible. Ese cambio cuesta un poco.

¿Qué le dirías a la Alexandra que estaba empezando?
Le diría tantas cosas [ríe]. Sobre todo, le aconsejaría: "No tengas miedo de mostrarte tal y como eres, no pasa nada por tener defectos y porque tu vida no sea perfecta... Haces bien en arriesgarte. Sal de tu ciudad, sal de tu país, viaja y disfruta de cada momento porque van a ser únicos, irrepetibles y tira para adelante".
