Durante décadas, la sexualidad femenina ha sido relegada a un segundo plano, pero en los últimos años, las mujeres han alzado su voz reclamando el derecho al placer y explorando a fondo sus cuerpos y órganos sexuales. Aunque se ha avanzado en la conversación sobre las zonas erógenas, aún quedan muchos secretos por descubrir. En este contexto, surge la figura del punto A, una zona que promete desvelar nuevas posibilidades en el camino hacia el orgasmo.
El punto A, también conocido como AFE (Anterior Fornix Erotic Zone), se dio a conocer en la década de los 90 gracias al descubrimiento del doctor malayo Chua Chee Ann. Este ginecólogo presentó sus hallazgos en el Congreso Asiático de Sexología en 2003, destacando la sensibilidad de esta área en comparación con el famoso punto G.
Es crucial comprender que el punto G, ubicado en la pared frontal de la vagina, ha sido el foco de atención durante mucho tiempo. Sin embargo, el punto A, situado a unos 7,5 centímetros de la entrada vaginal y en la cara anterior, cerca del cuello del útero, emerge como un nuevo protagonista en la narrativa de la intimidad femenina.
Al diferenciarse de su contraparte, el punto A ofrece un camino distinto hacia el placer. Expertos sugieren que, al estimular esta zona en la parte trasera, la bóveda vaginal superior, mediante una presión suave y uniforme de adentro hacia afuera, se puede experimentar un aumento en la lubricación. Según Chua Chee Ann, este estímulo puede conducir no solo al orgasmo, sino también al multiorgasmo e incluso desencadenar la eyaculación femenina.
En la búsqueda de esta nueva dimensión del placer, se han identificado posturas sexuales que facilitan la estimulación del punto A. Ya sea sentada o tumbada boca arriba en el borde de la cama con las piernas apoyadas en el suelo, con la pelvis ligeramente elevada para facilitar la penetración, o adoptando la posición de "a cuatro patas", estas posturas ofrecen diferentes ángulos para explorar y disfrutar.
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En un mundo donde la conversación sobre la sexualidad femenina se amplía cada día, el punto A emerge como un capítulo intrigante y prometedor en la exploración del placer íntimo. Atrévete a descubrir, a experimentar y a disfrutar, porque en la diversidad de la sexualidad, el punto A abre nuevas puertas hacia el éxtasis femenino.
