Posponer objetivos profesionales, cancelar tu cita del viernes con amigos o aplazar una reunión familiar pendiente por pereza o miedo a enfrentarte a algo con lo que no vas a estar cómoda puede ser uno de los patrones con los que identificamos que la procrastinación se está adueñando de nuestra vida. Esto puede estar relacionado con la felicidad y nuestro bienestar emocional. Hablamos con una experta en psicología para profundizar en la materia y conseguir las técnicas que pueden ayudarte a frenar la procrastinación en tu vida y comenzar con una energía renovada y positiva.

En España, según un estudio, la procrastinación está significativamente más presente en los jóvenes entre 18 y 29 años. Pero esta forma de organizar nuestra vida, no es sólo un problema de la juventud española, sino que afecta a todas las edades y géneros posibles.
La procrastinación se manifiesta a través de cuatro tipo de comportamientos: "dilación, que consiste en el aplazamiento de la ejecución de la conducta que se tiene la intención de realizar; indecisión, que se concreta en aplazar decisiones en el tiempo; falta de puntualidad, por lo que no somos capaces de cumplir con compromisos temporales; y la falta de planificación, teniendo una falta de autodisciplina enfocada hacia una tarea específica". Es decir que si cumplimos con alguno de estos patrones, es posible que estemos comportándonos de una forma que tiende a la procrastinación.
Por otro lado, la procrastinación "se ha investigado desde la incidencia de variables de personalidad hasta variables psicosociales, como los estilos docentes, pasando por variables situacionales temporales, como la presión, la escasez o las regularidades".
Hemos contado con la voz de una experta, la psicóloga María Martínez, autora de 'Vivir en Modo Kaizen' (2022) y de 'Las 5 claves del KAIZEN para eliminar el estrés y los miedos', sobre la procrastinación y cómo nos afecta a nuestra vida y bienestar emocional.
¿Por qué procrastinamos?
La experta en psicología María Martínez Díez nos da tres motivos por los que tendemos a dejar de lado nuestros proyectos:

En primer lugar porque en muchas ocasiones "te planteas objetivos demasiado grandes como para hacerlos de golpe, por lo que la mente se bloquea al no saber como abordarlos y te impide actuar. Planteamos nuestras metas muchas veces sin tiempo suficiente y al final lo dejamos para otro momento".
Otro de los motivos por los que a veces no logramos cumplir nuestras metas es porque "somos perfeccionistas y tenemos pánico al fallo y cuando no ves posible cumplir del todo lo que te has propuesto, sencillamente no haces nada".
La causa de la procrastinación también puede ser porque retrasamos todo ya que "en realidad no lo queremos hacer. Es decir, que no lo hacemos por y para uno mismo, sino para complacer a los demás".
Un ejemplo que nos pone la experta es el deporte: "si quieres el beneficio de hacer deporte pero no te gusta salir a correr, procrastinas. Necesitas plantearte otro deporte que cuadre más contigo".
La falta de ganas, ¿puede estar relacionada con el estrés, la ansiedad y otros problemas mentales?

La autora del método Kaizen nos da un rotundo sí. Por eso, se habla de la procrastinación como hábito. "Hay muchos problemas emocionales que van unidos a no querer hacer nada, sobre todo por ti misma. Tanto la inacción como el origen o consecuencia, se retroalimentan".
Por otro lado, recomienda "aprender a ver esas minúsculas acciones que siempre podemos emprender sobre lo que en este momento está bajo nuestro control. Es básico integrar lo que depende de ti y lo que no".
¿Podemos ser felices procrastinando?
"No se puede ser feliz funcionando de una manera en la que no queremos funcionar. Podemos serlo eligiendo cómo usar el tiempo. Pero no es viable estar satisfecho procrastinando cuando te culpas y sufres porque te gustaría hacer cosas que no estás haciendo".
La psicóloga nos anima a ver cuál es el motivo y, si tiene que ver con lo que no quieres hacer pero no eras consciente o no te atrevías a decirlo. "La solución estará en darte cuenta profundamente de qué has elegido libremente proponerte y qué no, entonces desaparecerá la procrastinación".
¿Empezar de golpe o adquirir poco a poco hábitos saludables?

"Siempre poco a poco, aunque la tendencia que tenemos es hacerlo demasiado de golpe". Una reflexión que hace la psicóloga para reflexionar es que "solemos hacernos es que si podemos hacer más, ¿por qué hacer menos? Y ahí está el error".
Algo muy importante que se debe recordar siempre es que "un hábito sólo se puede desarrollar y sostener en el tiempo si resulta fácil de hacer y no requiere de esfuerzo o estrés. Todo en la vida estresa, está condenado al fracaso, no es saludable, por lo que se deja de hacer".
¿Qué técnicas nos ayudan a frenar la procrastinación ?
En primer lugar es identificar el paso más pequeño que se puede hacer de cara a tu objetivo principal. No es lo mismo terminar tu propósito que empezar a hacerlo. Afirma que "cuando empiezas a hacer, rompes con la procrastinación y, además, sueltas el estrés porque desaparece la montaña de dudas. Empiezas a ver que es posible aquello que te planteas", afirma.
La experta recalca que el objetivo es hacer algo, no terminarlo. "Si tu mirada se enfoca en terminar, te agobiarás y bloquearás porque no puedes completarlo de golpe". La filosofía Kaizen, que es la que ha desarrollado a lo largo de su carrera profesional, parte de hacer algo que ahora sea accesible. Realza la idea de no autoengañarse con la idea de hacerlo todo de golpe o necesitar de mucho tiempo para completar tu tarea final.
Propone cambiar el enfoque: "hay que acostumbrarse a formular las preguntas adecuadas que nos permitan el movimiento, en lugar de excusas y el estancamiento. Pregúntate a ti misma cuál es el paso más pequeño que puedo dar ahora para acercarme al objetivo final".
La finalidad del método Kaizen es que no te pares a pensar y que actúes sobre lo que ahora puedes hacer. Pero no sólo eso, sino que aprendas a dar el paso más pequeño que ahora esté en tu mano. No el más grande, sino el más pequeño y que menos esfuerzo requiera. De hecho, si no requiere ningún esfuerzo, mejor aún. Porque la filosofía Kaizen parte de hacer algo con lo que ahora tengas disponible. Para que no te autoengañes con la idea de que tienes que hacerlo todo de golpe y que, como ahora no dispones del tiempo y de la energía que crees que necesitas para completar tu tarea, pues no hagas nada.