12 cuadros de Picasso con los que nos identificamos todas las solteras en la cuarentena

El genio del pincel ya retrató los 12 estados anímicos que han vivido las mujeres solteras durante el confinamiento.

Quizá forme parte de esta soledad avasalladora que nos está envolviendo desde hace semanas, pero tengo la sensación de que Picasso retrató los 12 estados anímicos vividos por las mujeres solteras durante la cuarentena y lo voy a demostrar.

Cubismo, Impresionismo, Arte Moderno, Surrealismo, Simbolismo... ¿qué estilo no dominó Pablo Picasso? Esta galería, tomada con humor - fruto de ese exceso de pensamientos enlatados en los que he vivido estas semanas (y parece que seguiré abrazando un tiempo más)-, nace esta observación cómica de las obras del genio de la pintura.

Buceaba curiosa por las cuentas de Instagram más arty, me aburre soberanamente ver vidas pasadas, fotos de archivo, gente con mascarillas, mascotas ajenas y, sobre todo, gente en el campo. Sí, lo confieso esta cuarentena la envidia se ha mudado a vivir a mi casa. Y eso que pensaba que no tenía sitio ni para una camiseta más, no, no he conseguido ordenar los armarios, sin embargo la envida se ha colado en lo que a gente con casas con un milímetro de verde (también computa terrazas) se refiere. Vuelvo al arte, estaba yo enfrascada en vidas pasadas, pinceladas apretadas y lienzos olvidados cuando me di cuenta de lo mucho que me identificaba con una de las obras de Pablo Picasso, bien es cierto que su obra es venerada hasta la extenuación en mi casa.

En ella habla de las luces y las sombras, se perciben angulosas, presentes, imponentes. No podía ser más reflejo de lo que estábamos viviendo, en soledad, muchas de las singles. Iluminadas y apagadas por arte de videollamada.

Las luces tan ligeras y etéreas cuando descubrió la pintura con luz (se dedicó al inundar el aire con sus "Dibujos con luz") y tan estudiadas, geométricas y programadas en sus lienzos se me antojaban muy reales. Tenían el mismo peso en nuestra estampa que cuando nuestra mejor versión se quedaba atrapada en una vida virtual, trazada a base de videollamadas, audios que parecían podcast y selfies, en la que tratabas de fingir una impostada normalidad, dentro de la galopante anormalidad que nos sacudía cada mañana. Para las sombras no hace falta presentación.

Y, navegué durante horas o segundos, quién sabe el tiempo ha sido muy relativo estos días, hasta que encontré las 12 obras que reflejaban el día a día de cualquier mujer soltera en su cuarentena. ¡Hasta en esto fue visionario el malagueño!

La realidad de los minipisos

Cuando pasas tantas horas en los minúsculos pisos de solteros de la capital, esto se parece mucho a la realidad. “A blue room (A tub)”/La chambre bleu (Le tub), 1901.

Sin otro plan que el móvil (¿sería Tinder?)

Lo que claramente en el siglo pasado ni se asemejaba a un dispositivo inteligente se ha convertido en el perfecto símil de los viernes y sábados noches durante la cuarentena (y un poco, siempre). Femme assise (Olga), 1920.

Mi gato, mi tesoro

Cuando pasas más de dos meses sin que te roce ni una pelusa, tu gato deja de ser independiente y os abrazáis con el único ansia de sentir otra piel que te roce. Aunque, si eres sincera, mil veces deseaste haberte enamorado de un perro y haber tenido excusa para salir a pasear. “Woman with Cat”, 1900.

Hola, silla, encantada de conocerte

Seguramente en todos los años que habías pasado alquilada en tu piso jamás habías destinado tanto tiempo a tu silla, sí, esa en la que apoyabas el bolso, la chaqueta y las revistas se ha convertido en el elemento más usado, gracias al teletrabajo. Ya nos hubiera gustado que no nos hubiera proporcionado severas contracturas y tortícolis, pero eso es otro capítulo.

Ella, la del jardín

Sí, este cuadro es para ti que tienes jardín, a ti no te robaron la primavera porque la viste florecer en tu jardín. Todas las urbanitas soñamos con mudarnos a la sierra de Madrid desde que os vimos florecer en stories de Instagram. Jacqueline with flowers, 1954.

La vena cocinera

Cuando descubres que todas las recetas de Youtube para tartas son para cuatro personas y decides que mejor si te dedicas a poner un poco de aceite a unos picos, definición de cocina en versión single. Maria Agustina Sarmiento (Velazquez), 1957.

La paranopia del silencio

Que levante la mano quién no se haya ahogado en sus propios pensamientos durante el confinamiento, tortura psicológica en estado puro. Y es que no hay nada peor que no tener nadie con quien hablar para empezar a conversar con tus sombras más oscuras. Jeune fille tourmentée, 1939.

Operación, ¿qué hago con estas canas?

Horas hemos pasado en el baño utilizando todos esos productos de belleza para los que no tenías tiempo y que, ahora, era el momento de utilizar. Luchar con tus medios caseros contra las canas, observar con detalle tus arrugas o aplicar, por primera vez, un contorno de ojos han sido uno de los pasatiempos favoritos de estos días de encierro. The toilette, 1906.

El resurgir de los exligues

Las primeras semanas, emocionadas, ante el resurgir de antiguos exnovios, amantes y citas infructuosas dabas tu mejor versión ante las videollamadas, ¡hasta te maquillabas para que el píxel y la resolución de la pantalla no te traicionaran!Femme nue dans un fauteuil rouge, 1932.

Soñando

Y sí, soñar, vagar en la nebulosa onírica ha sido, cuando las pesadillas no asolaban, uno de los pasatiempos favoritos, y eso que hubo días hasta en los que parecía imposible soñar, pero si en algo destacamos las solteras es en la capacidad de reinventarnos, recoger nuestros trozos y resurgir. He aquí una de ellas en pleno proceso de ensoñación. Le Rêve, 1932.

Cuando abandonamos la ropa

Sí, lo sabemos, tú también te abandonaste a la liberación de los corsés, ni leggins, ni vestidos, hubo días en los que fuimos libres. Femme couchee, 1929.

Dejaste de depilarte

No hay más que añadir. Te lo merecías. Fin.

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