Sphynx, Munchkin y Scottish Fold, ¿conocías estas razas de gato poco comunes?

¿Sabías que dentro de la familia de los gatos existen más de 100 razas reconocidas? Los hay de diversos tipos, y cada uno de ellos tiene unos rasgos físicos comunes, un carácter y requiere unos cuidados específicos.

Las razas de gatos se establecen dependiendo de las características comunes que tengan éstos. En función de los principios de procedencia del gato, las alteraciones genéticas donde el hombre ha participado e, incluso, las mutaciones, se dan nuevas razas.

Algunos gatos son muy comunes en todo el mundo, o como mínimo, en algunas zonas geográficas. Pero, en cambio, ciertas razas en concreto son poco habituales y no conocemos bien sus particularidades. Algunas de estas razas diferentes, y de las que vamos a hablar en este artículo son los Sphynx (o esfinge), los Munchkin y los Scottish Fold. Estos gatos, debido a sus características y condiciones físicas, requieren de algunos cuidados específicos.

Gatos “sin pelo” muy sensibles al sol: los Sphynx

Los Sphynx (o esfinge), también conocido como gatos egipcios, son vivaces, traviesos, juguetones e independientes. Son sociables con sus congéneres y con los perros, y nunca son agresivos. Son gatos afectuosos e incluso posesivos, a los que les agrada mucho que los mimen.

Sphynx, Munchkin y Scottish Fold, ¿conocías estas razas de gato poco comunes?

Si vives en un apartamento, tu pequeño amigo estará en el lugar adecuado, ya que es sensible al frío, al calor y a la humedad. En invierno, deberás servirle raciones energéticas para mantener su temperatura corporal ligeramente superior a la media de la especie. También tendrás que evitar que se exponga demasiado al sol, dado que puede ocasionarle quemaduras. 

Contrariamente a las otras razas de gatos, los sphynx sudan por la piel, así que necesitará un aseo regular. Aunque generalmente se recomienda un baño mensual, no todos los gatos esfinge se ensucian con la misma rapidez. Estate atento a la textura de su piel, la acumulación de suciedad y al tono rojizo de su dermis. Los pequeños pliegues de su piel pueden acumular mugre y microorganismos, provocando la aparición de enfermedades, como por ejemplo la sarna.

Para bañarlo, utiliza productos específicos para gatos esfinge ya que el exceso de baño o el uso de productos inadecuados puede provocarle tener una piel grasienta y sufrir irritaciones graves en la piel. Si no encuentras productos para gatos sphynx, puedes usar alguno para gatos de piel sensible y toallitas para gato. También es preciso controlar y limpiar periódicamente sus orejas, ya que producen abundante cerumen.

Estos pequeños necesitan una alimentación distinta a la de la gran mayoría de razas felinas. Como carecen de un manto espeso de pelo (están cubiertos por un vello muy corto, casi indetectable a la vista y al tacto), su sistema termorregulador es más complejo que el de otras razas. Para compensar la carencia de pelo, su temperatura corporal tiene que ser más elevada que la de los gatos peludos. Esta diferencia de metabolismo provoca que estos gatos consuman más alimento que cualquier otro gato de su mismo tamaño.

En el mercado existen alimentos balanceados específicos para gatos esfinge. Estos alimentos están pensados para cubrir todas sus necesidades nutricionales, ya que necesitan más proteínas y grasas en su dieta que las razas de gatos con pelo. Normalmente, un pienso para gatos cuenta con un 30% (aproximadamente) de proteína y un 20% de grasa. Pues bien, en el caso del alimento para gatos Sphynx, necesita contener alrededor de un 35% de proteína y un 25% de grasas.

Largos y de patas cortas, pero activos y juguetones: Munchkin

Sphynx, Munchkin y Scottish Fold, ¿conocías estas razas de gato poco comunes?

El origen del gato Munchkin lo encontramos en diferentes países europeos como Rusia, Alemania e Inglaterra a mediados del Siglo XX. En los años treinta ya se había documentado su existencia, pero se les perdió el rastro durante y después de la II Guerra Mundial.

En 1983, su pista apareció de nuevo en Luisana. Sandra Hochendal, profesora de música, encontró 2 gatas en gestación y se quedó con uno de sus cachorros, al que llamó Blackberry. La mitad de los hijos de éste nacieron con las patas más cortas y les llamó babylegs y a los demás, con patas normales, les apodó longlegs. Hochenedal le dio un hijo de Blackberry a su amigo Kay LaFrance, quien lo llamó el gatito de Toulosse. De Blackberry y de Toulosse nació la raza Munchkin que conocemos en la actualidad.

Esta raza fue presentada por primera vez al gran público en 1991, en un show norteamericano televisado por la TICA (The International Cat Association) en el Madison Square Garden.

En cuanto al nombre de estos gatos, encontramos su origen en los enanos Munchkin del país imaginario de Oz, descritos en la famosa película musical El mago de Oz, de Victor Fleming (1939), basada en el libro de L. Frank Baum.

Sus cortas patas se deben a una mutación en un gen dominante. Esta característica no dificulta su movilidad, aunque no le permitirá saltar tan alto como otras razas. Los Munchkin son activos y vivaces, una de las razas más juguetonas y divertidas que existen. Además son sociables y muy afectuosos, adoran a su amo. Le gusta la vida en familia y es sociable con otros animales y gatos de diferentes especies.

Este gato requiere -dependiendo del largo de su pelaje- que le cepilles una o más veces a la semana. Pero el mantenimiento de su pelaje no es complicado, especialmente en la variedad de pelo corto. Además, necesita realizar bastante actividad física y llevar una buena alimentación. Los Munchkin no requieren una alimentación especial, simplemente necesitan una dieta balanceada y equilibrada, como cualquier otra especie de gato. Se debe consultar con un especialista y tener en cuenta la edad, tamaño y actividad del felino para que la alimentación que se le proporciona cubra sus necesidades específicas.

Con pequeñas orejas plegadas hacia adelante, cariñosos y familiares: Scottish Fold

Sphynx, Munchkin y Scottish Fold, ¿conocías estas razas de gato poco comunes?

El Scottish Fold, también conocido como Fold escocés, se observó por primera vez en 1961 en Escocia, debido a una mutación espontánea en un gen dominante que producía un pliegue hacia adelante de la oreja del gato. Aunque existen teorías que afirman que a finales del siglo IX llegaron a Escocia gatos de orejas caídas que provenían de China, la raza comenzó a originarse en 1961 en Escocia, cuando el pastor William Ross y su esposa Mary observaron una gata blanca con orejas plegadas que respondía al nombre de Susie. Ellos mismos la cruzaron con un Brittish Shorthair y tuvieron una gatita blanca, Snooks, con la misma forma de orejas. En 1996 los Ross registraron sus primeros gatitos como Scottish Fold.

Aunque la raza despertó gran entusiasmo y fue reconocida enseguida por los organismos oficiales ingleses, poco después –en 1974– estos mismos organismos tuvieron que prohibirla. Esto fue debido a los graves problemas de artritis en las extremidades que presentaban estos gatos en edad adulta, provocados por el gen dominante fold. Años después, criadores y genetistas estadounidenses descubrieron que el problema surgía cuando se emparejaban dos gatos Scottish Fold y que, en cambio, cuando intervenían otras razas no se presentaban problemas. Por este motivo, se introdujo una ley que prohibía el cruce entre a gatos de esta raza.

Los Scottish Fold son particularmente tranquilos y no dominantes, son sociables con sus congéneres y con los perros. Dulces, muy afectuosos y muy juguetones, adoran la vida en familia. Son gatos discretos, de voz suave. Además, son vigorosos y resistentes, y son excelentes cazadores.

Deberás ofrecerle una dieta equilibrada, sin exceso de calcio, ya que el calcio reforzaría los cartílagos de las orejas y las deformaría. Si tienen posibilidad, también se alimentan de ratones cazados por ellos mismos. Puesto que el gato Escocés es activo y se relaciona con niños y animales, no hará falta que planees una rutina de ejercicio específica para él. El mantenimiento de su pelaje requiere un cepillado semanal y durante la muda, los cuidados deben ser regulares.

Además, es importante que vayas controlando sus orejas. Con el fin de evitar los riesgos de anomalías del esqueleto, no deben aparearse dos gatos de esta misma raza. Los cruces deben realizarse con gatos de orejas erguidas, tales como el British Shorthair y el American Shorthair. Sus “orejas plegadas” no son visibles antes de la tercera o cuarta semana de vida y el grado de pliegue sólo puede determinarse a partir de la quinta o sexta semana.

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