David Gandy es uno de los modelos más famosos del mundo. Al principio, no era más que un hombre guapo con slip blanco en el anuncio del perfume Light Blue, de Dolce & Gabbana. Y a los clientes que llamaban a su agencia les bastaba esta información para identificarle. El modelo demostró saber hacer una entrada espectacular cuando condujo una Triumph de época por el centro de Milán para llegar a la boutique en la que Domenico Dolce y Stefano Gabbana lanzaban el libro que le habían dedicado.

Y es que la de Light Blue es una doble historia de amor: la de los diseñadores italianos Domenico Dolce y Stefano Gabbana con un aroma y el de la pareja formada por David Gandy y Bianca Balti que, fotografiados por Mario Testino, dan vida a una pareja de enamorados en la última campaña de la fragancia. "Queríamos capturar la energía y la emoción de una historia de amor con una mujer de carácter mediterráneo. Bianca aporta una energía tranquila y renovada a Light Blue. Además, los ojos de ambos combinan con el hermoso e infinito azul del Mediterráneo. Contemplarlo es soñar con sumergirse en ese refrescante mar y sentir el sol en la piel, sentirte totalmente libre," afirman los diseñadores.
David dijo una vez: "En los castings siempre me decían lo mismo: 'estás muy gordo'. Recuerdo el ruido de las costuras al saltar cuando me ponía los pantalones". Las cosas no siempre eran fáciles para él. "Fue duro. Cuando te haces famoso de un día para otro, no tienes tiempo para aprender. A mí me costó cinco años, pero sabía a dónde quería llegar", dijo. Mientras todos le decían que adelgazase, David iba al gym haciendo crecer sus bíceps y sus pectorales. "No tenía la estructura física de esos chicos andróginos con físico de estrella del rock, que era el estándar hace algún tiempo", contó. Hasta que un día recibió una llamada de su agente: le habían seleccionado, pero no sabía para qué. "No era un casting. Domenico y Stefano querían al chico que llevaba las gafas de sol en las fotos de su campaña". Salió en la campaña de la marca en el año 2006, fotografiada por Steven Meisel. Poco tiempo después, estaba en Capri ante el objetivo de Mario Testino. "Cada uno de nosotros –Mario, Domenico, Stefano y yo– sabíamos que lo que estábamos haciendo iba a ser relevante", afirma.

"Me gusta que haya algo de mí que permanezca oculto, reservado a las personas que tengo más cerca", señala. Cuando habla, de vez en cuando se le escapa una sonrisa divertida. Sostiene que jamás se ha considerado guapo: "no es que las chicas mostrasen gran interés en mí. La primera persona que hizo alguna observación a este respecto fue mi abuelo cuando tenía casi 18 años. Hablando con mi madre le dijo: ”David se está convirtiendo en un hombre muy guapo”. No fue idea suya, sino de un compañero de piso el inscribirse en un concurso que le llevó a empezar a trabajar en el sector de la moda. "Acababa de terminar la universidad y me dijo que quizá podría trabajar como modelo por un tiempo antes de encontrar un trabajo real".
Hoy en día, las actividades del modelo se han multiplicado. "Al fin y al cabo, trabajo con las marcas, no para las marcas, así que creo que he entrado en la mejor fase de mi carrera", concluye.