La controversia vuelve a azotar al imperio de Zara. Esta vez, los motivos se deben a que algunos de sus bañadores ya están agotados, y eso que aún faltan más de tres meses para que comience el verano. Este hecho podría no ser demasiado significativo teniendo en cuenta que decenas de prendas de Zara se hacen virales y se agotan nada más sacarlas a la venta, pero la cosa va más allá.
La polémica viene de la mano de Jill Kortleve, una de sus modelos de talla 40 más famosas y que ya ha estado presente en más colecciones de baño que pretendían impulsar el movimiento body positive. En 2019, Zara y Jill Kortleve se hicieron virales por decir que era una modelo de tallas grandes cuando utiliza una talla 40-42, por lo que los internautas se revelaron al considerar que Kortlve que era curvy, pero no de talla grande.
Los bañadores con los que ha modelado Jill Kortleve han sido los primeros en agotarse en la escasa semana que llevan a la venta. Algunos de ellos ya vuelven a estar disponibles, aunque sólo desde la talla XS a la M. Sin embargo, de la L y la XL aún no tienen stock. ¿El motivo? Se fabrican muchas menos prendas de estas tallas, de hecho, en la talla XL de los bañadores de Jill, la web de Zara advertía que había “pocas unidades”.

Precio: 27,99 euros.
Otro de las razones por las que está polémica está cogiendo fuerza es porque los bañadores que han lucido las modelos que habitualmente trabajan para Zara sí siguen disponibles en todas las tallas, pero en ninguno de ellos existe en la XL.
En definitiva, las clientas están pidiendo mayor variedad de tallas e inclusión por parte de la firma más famosa de Inditex.