Ya de por sí comprar ropa es muchas veces una auténtica odisea por las tallas, que en unas tiendas nos valen pero en otras ni nos entran, y similares. Pero sin duda alguna lo peor llega con los pantalones. Conseguir unos pantalones que nos sienten bien por todas partes, tanto de muslos como de glúteos, largo y cintura, es prácticamente misión imposible.
Si nos quedan bien de cintura, suelen irnos grandes de pierna. Si nos quedan bien en glúteos y muslos, en la cintura prácticamente cogen dos como nosotras. Y así en todas las combinaciones posibles. Lo del bajo al final es lo de menos, porque si nos quedan largos solo tenemos que hacer un dobladillo (aquí tienes un truco para hacer el dobladillo a un pantalón sin coser), pero lo de la cintura sí que se nos complica más.
Hace tiempo aprendimos un truco para ajustar los pantalones de cintura con unos ositos clip, un tip muy útil pero que, en última instancia, nos obligaba a conseguir estos clips para poder hacerlo. Hoy hemos aprendido un nuevo truco para ajustar la cintura de un pantalón, más sencillo y efectivo por la inmediatez de las cosas que necesitamos: solo nos hacen falta unos cordones de zapatos.

El truco es muy fácil: solo tenemos que pasar los cordones por las presillas más alejadas de la cadera, uno por cada lado. Una vez lo tengamos metido, solamente tenemos que tirar de ambas hasta conseguir la presión deseada, de tal forma que los pantalones nos queden ajustados a la cintura como queremos.
De ahí hacemos un nudo o lazada, según nos sintamos nosotras más cómodas... ¡y listo! Eso sí, este truco es mejor para cuando llevemos una camisa, un jersey o alguna prenda larga por atrás, si no queremos que se nos vean los cordones. Aunque otra opción es también dejarlo al aire, para conseguir un look más desenfadado.