Que la moda es cíclica no es ningún secreto. Y que los 80 vuelven a llevarse, tampoco. En el 2023 hemos vuelto la vista atrás para empaparnos de las tendencias que nos volvieron locos a principios del milenio, en los 90 y (por supuesto) en los 80. Y es que, esa década fue toda una explosión de tendencias de las que a día de hoy seguimos muy pero que muy pendientes. Después de los templados 70, llegó el momento de lo artificial, lo explosivo y lo llamativo.

La década de lo grande, del dorado y de lo extravagante. El momento de Cyndi Lauper, Madonna y Whitney Houston, pero también de Brooke Shields, Noami Campbell y Elle Macpherson. Los años de Gianni Versace, Azzedin Alaia o Thierry Mugler. Los 80 de Michelle Pfeiffer, Kim Basinger, Melanie Griffith o de la mismísima Lady Di. Series como Miami Vice, Dallas, Falcon Crest o Dinastía competían con los videos musicales de MTV para ver quién influenciaba más en la manera de vestir de la población. Una semilla que a día de hoy sigue viva.
En las grandes pasarelas podemos seguir sintiendo la esencia de los 80, cuyo influjo sigue más vivo que nunca. Y esto no es algo solo aplicable a la ropa, también a las joyas y accesorios (que son una tendencia rutilante y absoluta). ¿Cuáles son las tendencias en joyas que triunfaban antaño y que vuelven a llevarse en pleno siglo XXI? ¡Toma nota!
Joyas de los 80 que vemos hoy: cruces

Directamente desde los 80 llegan las cruces. Tomadas directamente de la estética gótica punk, fueron las favoritas de Cyndi Lauper y Madonna, quienes no dudaron ni un minuto en incorporarlas en sus vestimentas. De hecho, la cantante estadounidense ha sido un referente en incorporar la estética eclesiástica al máximo, con una mezcla de rock con cruces y rosarios que la hizo destacar en la industria, no sólo de la música, sino también en la de la moda.
Joyas de los 80 que vemos hoy: strass

Emulando el brillo de las bolas de las discotecas, el strass es (con permiso de Falcon Crest) el rey de los 80. Los 80 supusieron un estallido de brillo, luces y cristales. El mundo se llenó de strass a través de joyas, apliques, broches, zapatos y prendas de vestir. No escapó nadie a esa moda, cayendo a sus pies celebrities, tops models y hasta miembros de la realeza. Tú tampoco lo harás, porque el strass ha vuelto.
Este verano lo hemos visto sin parar en los looks de los festivales de música, en estilismo de famosas y ahora en Navidad, lo vemos también con complementos y accesorios, como en bolsos efecto bola de discoteca.
Joyas de los 80 que vemos hoy: atrevidas llenas de color

Dentro de esa década, se da cobertura a aquellas piezas que reúnen dos requisitos imprescindibles: grande y colorido. Los 80 se convierten en los reyes de la bisutería, de las joyas grandes, llenas de color y fantasía, en las que se experimenta con materiales y acabados. Eso sí, todo en versión XL. Estos pendientes son un ejemplo de ello, en los que los flecos llegan casi a los hombros y se combinan varios colores para un acabado más atrevido. Además, las maxi joyas son una tendencia que las marcas de lujo como Hermès o Prada llevan teniendo en sus colecciones desde hace años.
Joyas de los 80 que vemos hoy: corazones

Antes de que las mariposas conquistaran los 2000, los corazones fueron los reyes de los 80. Esta forma tan amorosa fue llevada en forma de pendiente por personalidades tan variadas como Lady Di, Lola Flores o Isabel Preysler. Los corazones se convirtieron en todo un símbolo de la joyería de los 80, que llega hasta nuestros días.
El corazón es también un símbolo también de la diseñadora Agatha Ruiz de la Prada, cuyas colecciones tienen infinidad de corazones y tienen una inspiración constante en las décadas de los 80 y 90.
Joyas de los 80 que vemos hoy: asimetría

Esta tendencia, directamente sacada de los vídeos de MTV, ha llegado intacta hasta nuestros días y sigue arrasando en pleno 2022. Cyndi Lauper y Madonna eran expertas en hacerlo, y pasados los años, han sido muchas las celebrities que han seguido su ejemplo. De hecho, como caso extremo, podemos recordar las múltiples ocasiones en las que Sarah Jessica Parker ha llevado esta tendencia al mundo del zapato, combinando dos zapatos de distinto color.