Nicolas Ghesquière se unió a Louis Vuitton como director artístico de las colecciones de mujer en noviembre de 2013. Con una reputación establecida gracias a su trabajo innovador en Balenciaga, Ghesquière ha llevado a Louis Vuitton a nuevas alturas, combinando la herencia de la marca con su visión futurista y su habilidad para reinventar estilos clásicos con un toque moderno.
Asimismo, las colecciones crucero de Louis Vuitton, especialmente bajo su dirección creativa, son eventos muy esperados en el mundo de la moda (estas colecciones, también conocidas como resort o cruise, son lanzadas entre las temporadas principales y están diseñadas para aquellos que viajan a climas más cálidos durante el invierno o buscan piezas más ligeras y versátiles).
La primera colección crucero de Ghesquière para Louis Vuitton se presentó en el Principado de Mónaco en 2015. Con el mar Mediterráneo como telón de fondo, fue una mezcla de sofisticación y casualidad. Realizada en la residencia Bob y Dolores Hope en Palm Springs (Los Angeles), la colección del 2016 se inspiró en la estética californiana y el desierto. Un año más tarde, con el impresionante Museo de Arte Contemporáneo de Niterói (en Rio de Janeiro) como escenario, fusionó la energía vibrante de Brasil con la elegancia parisina. En 2018 en el Museo Miho (Kyoto) presentó una colección que se inspiró en la rica cultura y tradición japonesa... Este año el espíritu del viaje y el afán de Louis Vuitton por descubrir extraordinarios parajes naturales y obras maestras de la arquitectura y del arte han trasladado a la Maison hasta el Parque Güell, en Barcelona, una utopía arquitectónica creada por Antoni Gaudí terminada en 1914 declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Así ha sido el desfile Crucero 2025 de Louis Vuitton en Barcelona
Cada colección crucero de Ghesquière para Louis Vuitton no solo exhibe prendas de lujo, sino que también cuenta una historia a través de la elección de lugares icónicos y la incorporación de elementos culturales. Ghesquière es conocido por su habilidad para mezclar lo clásico con lo contemporáneo, y sus colecciones crucero son un claro ejemplo de esta dualidad. Las prendas suelen ser versátiles y prácticas, pensadas para el viajero moderno, pero siempre con un toque de lujo y exclusividad que caracteriza a Louis Vuitton.
Incluso más que un arquitecto, Antoni Gaudí es una tierra en sí misma que, en la actualidad, sigue desarrollándose en la ciudad de Barcelona. La idea de un legado en constante mutación casa con la esencia de la Maison francesa. La colección Cruise 2025, escenificada dentro de este incomparable organismo arquitectónico, está impregnada de la floreciente cultura de España.
Como homenaje a esa fastuosa pureza, el riguroso espíritu de la firma abraza el carácter apasionado del país: el fervor de sus colores y su fidelidad a la tradición elevada a expresión artística, oscuridad y luz que nunca parecen contradictorias. Un estilo y un arte de viajar enriquecidos por la particularidad de una tierra diferente y la forma en que cada persona la hace suya. Una odisea de descubrimiento.
Ghesquière es un apasionado de España y esta admiración la ha trasladado a esta colección a través de diferentes detalles como los volantes, los sombreros de tipo cordobés, los encajes, los broches en forma de abanico o el estampado de lunares.
El desfile se presentó en una escenografía minimalista en honor a la excepcional arquitectura del Park Güell, en particular a La Sala Hipóstila, en la que el desfile ha tenido lugar. El ambiente escenográfico es obra de James Chinlund, que alberga asientos que siguen los contornos del espacio.
Al evento han acudido numerosos rostros conocidos entre los que se encontraban Jennifer Connelly, Léa Seydoux, Ana De Armas, Sophie Turner, Anna Castillo, Victoria Federica, Nicole Wallace, Mina El Hammani, Phoebe Dynevor, Jaden Smith, Noémie Merlant, Ester Expósito o María Pedraza, entre otros invitados.
